Hablar de gastronomía en Hidalgo es evocar a sus representantes, una de ellas es Porfiria Rodríguez Cadena, quien por décadas ha sido promotora y salvaguarda de la cocina tradicional.
Originaria de Santiago de Anaya, Porfiria comparte momentos que han macado su historia de vida, como un accidente a los meses de nacida.
“Me cuentan que cuando tenía nueve meses de nacida quedé expuesta en las brasas y me quemé una mano, en ese entonces en la comunidad no contábamos con médicos y, al no recibir la atención adecuada, perdí los dedos”.
Esta condición la acercaría profundamente a su madre, quien la involucraría en los haceres del hogar, principalmente en la recolección de alimento y la cocina, provocando una especial y profunda conexión.
“Sufrí bastante por esta discapacidad, preferí siempre estar en casa y así desde pequeña ayudar en la cocina y todo lo que implicaba, desde cuidar a las gallinas hasta matarlas, eso fue dirigiendo el rumbo de mi vida”.
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La cocinera tradicional otomí hñähñu detalla que su anhelo siempre fue continuar sus estudios para llegar a convertirse en enfermera y brindar atención y cuidado a personas adultas mayores y niños.
“La vida no tenía preparado eso para mí, no pude terminar la escuela por la carencia que vivían mis papás; soy la segunda de ocho hermanos, así que asumí otras responsabilidades para ayudar en casa”.
Un momento que cambiaría su forma vivir y pensar, compartió, se dio durante una charla de autoestima en un curso de corte y confección de ropa en el que participó, ocasión que le permitiría desinhibirse y comenzar a emprender a partir de su mayor conocimiento, la cocina.
“Al formar ya mi familia, la necesidad de obligó a salir y vender lo que yo sabía hacer, aun con el nervio de que la gente observara mi mano, comencé a ofrecer gorditas, dobladitas y quesadillas de todo lo que se daba en la región por temporada, como quelites, el huitlacoche, los champiñones y nopales”.
Ya con experiencias acumuladas y el deseo de continuar aprendiendo sobre la gastronomía se integra en cursos de repostería incorporando los elementos que recolectaba en el campo: garambullo, pitahaya, chilito de cactus, xoconostle, para posteriormente participar en la Muestra Gastronómica de Santiago de Anaya.
“La primera vez que participé lo hice con un conejo horneado y gané el tercer lugar, en ese momento supe que ese era mi sitio, al año siguiente logré el segundo lugar ahora con un tlacuache y la tercera vez obtuve el primer lugar con un pastel de nopal con escamoles”.
Rodríguez Cadena asegura que esas experiencias le brindaron la oportunidad de presentarse en encuentros de cocina en Ixmiquilpan, San Salvador, Pachuca y Querétaro, consiguiendo los primeros lugares.
“Recuerdo una ocasión en la que me invitaron al Tec de Monterrey para representar al municipio y al estado, yo pensé que participaría con estudiantes de la universidad y resultó que concursé con 12 países y me traje cinco primeros lugares, eso me ha motivado enormemente”.
Cocina tradicional hñähñu
Como resultado de una serie de premios en concursos estatales y nacionales con el grupo colectivo integrado por Martha Gómez, Claudia Hernández y Cecilia Aldana Mayorga, Porfiria Rodríguez logró en 2020 consolidar un proyecto personal, su Cocina Tradicional Hñähñu.
“Gracias a los premios económicos que recibimos y el apoyo de mis hijos se construyó y adecuó mi cocina en donde he podido recibir a personas de todas las edades y de muchas partes del país”.
Asegura que con este espacio cultural y gastronómico se promueve la conservación y difusión de la cocina tradicional de Santiago de Anaya, una forma de aporte que hace para el rescate de saberes ancestrales de Hidalgo.
“Yo doy gracias a Dios que estando cerca de mi mamá aprendí no solo de la cocina, sino también sobre plantas medicinales, todos esos años me dejaron mucha experiencia y saber y cuando puedo los aplico y los comparto, para dejar algo a las generaciones que vienen”.
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Proyectos
Este año, la cocinera tradicional prepara proyectos gastronómicos con los chefs Ixachi Cravioto, Roberto Buccio y el promotor Raúl Guerrero, así como el aniversario de la Cocina Tradicional Hñähñu a mediados de marzo.
Asimismo, formará parte en la Feria del Atole y el Tamal de Tetepango y continuará impartiendo clases de cocina tradicional en universidades del estado.
“Me siento muy orgullosa, pero con humildad y respeto; aún hay mucho que aprender, compartir y rescatar de nuestro estado y me emociona saber que con mi trabajo se ayuda a que los saberes no se pierdan”.
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