¿Y la Comisión de Derechos Humanos?

En 2022, gracias a la incidencia que realizamos desde México Igualitario y Di Ramona, se dió el primer ejercicio de transparencia para la elección de ombudsperson de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y se transmitieron por redes sociales.

Gracias a ello pudimos escuchar las vergonzosas entrevistas que les candidates tuvieron con les diputades, quienes tampoco brillaron por tener idea de que perfil se necesitaba para dirigir una institución que, en Hidalgo, desde sus inicios no ha servido más que para que el gobernador en turno ponga a sus cuates. Algunos casos, como el de Raúl Arroyo, se salvan de entrar en esa categoría, pero casi todes han tenido actuaciones deplorables, vergonzosas y lejanas a los derechos humanos.

Karen Parra fue uno de los perfiles que destacó, tenía un discurso feminista, una supuesta base en el activismo (a mí eso no me consta y siempre lo puse en duda), formación en derechos humanos y el apoyo de cierto sector de la sociedad civil.

Dentro de los miserables perfiles que había, ella era la mejor. Pero a dos años de que llegara a la CDHEH, el desempeño de Parra ha dejado tanto que desear que una se pregunta si realmente no era tan cerca a algunes politiques como sus antecesores.

El problema de Karen, es el mismo problema de aquelles quienes compiten por un cargo de elección popular: usó las luchas y habló de más.

Dijo que se bajaría el sueldo (algo que desde el día uno yo tenía claro que no sucedería y que para mí no tiene sentido), que tendría cercanía con las personas, que el área de seguimiento a quejas de derechos humanos tendría un trabajo sin igual, que la comisión sería la casa de todes.

En 2023 la Comisión de Derechos Humanos emitió 7 recomendaciones y en lo que va de 2024, 10. Que si bien, son más que las que Alejandro Habib o Sepúlveda Fayad emitieron en su momento; no reflejan la situación de violación a derechos humanos que en Hidalgo se ha vivido sistemáticamente.

Su informe de 2023, que al igual que el de 2024 se jactó de ser inclusivo, en realidad no proporciona ninguna información relevante con la que podamos constatar alguna acción relevante que haya realizado en favor de los derechos humanos.

Ojalá algún día se acuerde de los compromisos y promesas que hizo en su entrevista, porque a Karen se le olvida que ella no es influencer, es la defensora de los derechos humanos y el trabajo no solo son fotos para redes sociales.