Tras año y medio de permanecer acordonado el Jardín La Floresta y el Centro Cultural Ricardo Garibay en el centro de Tulancingo, medida sanitaria que se implementó para reducir los contagios de Covid-19, esta semana el gobierno municipal retiró las vallas metálicas.
Algunas personas celebraron que el centro de Tulancingo luzca sin acordonamientos, pues los visitantes no desaprovechan la oportunidad de tomarse una fotografía en las letras, mientras que otros permanecen sentados en las fuentes de agua.
Cabe recordar que este año, el presidente municipal de Tulancingo, Jorge Márquez Alvarado, tomó la decisión de no instalar árbol de navidad en el centro, precisamente para evitar aglomeramiento que derivara en contagios, y por el ahorro en la instalación de luces en la velaría.
Sin embargo, quitar las vallas ha generado un mayor tránsito de personas que acuden a los espacios públicos con sus familias, en una época del año donde la Secretaria de Salud de Hidalgo advierte que los casos de coronavirus pueden aumentar debido a la movilidad por los festejos de navidad.
Esto, aunado también a que el pasado miércoles el gobierno de Hidalgo confirmó el primer caso de Omicron en Hidalgo, y del cual se sabe, según las autoridades de salud, la variante sudafricana es más virulenta que la Delta, y puede infectar a personas vacunadas.
De acuerdo con el resumen técnico sobre Covid-19 en Hidalgo, Tulancingo se encuentra en alerta roja del semáforo municipal, registra 7 casos activos, 4 mil 802 casos acumulados y 569 defunciones confirmadas por coronavirus.
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