A Morena le ha llovido sobre mojado este verano. Como las trombas que dejaron atrás la sequía que castigó a nuestro país el año pasado, el partido en el poder enfrenta una tormenta que representa su primera crisis existencial desde su fundación.
El primer golpe vino tras darse a conocer que Hernán Bermúdez Requena, identificado como líder de “La Barredora” y prófugo de la justicia e Interpol, fue secretario de Seguridad de Adán Augusto durante su gobierno en Tabasco. Un auténtico escándalo. Sobre todo cuando Morena ha sido implacable con señalar a Genaro García Luna y su relación con Felipe Calderón. La ácida crítica hoy se regresa a Adan Augusto y a Morena como un búmeran.
Y por si no fuera suficiente el golpe por el caso Adán Augusto, otro escándalo abolló la imagen del partido guinda tras la difusión de líderes morenistas turisteando en zonas exclusivas de destinos internacionales.
Funcionarios como Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización de Morena; Ricardo Monreal, coordinador de la Cámara de Diputados; y Mario Delgado, secretario de Educación, fueron captados en Tokio, Madrid y Lisboa, en hoteles y restaurantes de alto nivel, lo que revivió a la oposición que aprovechó para cuestionar los principios del hoy partido mayoritario.
La torpeza de las respuestas de los morenistas involucrados en los escándalos ha tenido que ser atenuada por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien se mantiene como lideresa incuestionable del movimiento, después de que Andrés Manuel López Obrador dejó el poder.
La presidenta, quien por cierto no ha tomado vacaciones desde que asumió la presidencia el 1 de octubre de 2024, se ha mantenido fiel a los principios del movimiento que la llevó al poder.
Al responder a la prensa sobre los viajes de sus correligionarios, Sheinbaum lo ha hecho sin titubear: son legítimos siempre que se financien con recursos personales, el poder se ejerce con humildad y el pueblo evalúa a sus gobernantes.
Con ello la presidenta refrendó su liderazgo y además regañó indirectamente a quienes se supone la acompañan en su tarea de transformar el país. Con esta crisis también ha quedado claro que López Obrador no se equivocó cuando declaró que el movimiento que fundó se había quedado en buenas manos con la exjefa de gobierno de la Ciudad de México.
Morena enfrenta una crisis que ha cimbrado sus principios. No es tema menor, porque es la fuerza política más importante del país. ¿Qué plan estarán fraguando los fundadores del movimiento para superar el bajón político de este verano?
Puede ser que no solo no haya plan, sino que estemos en la antesala de la balcanización de Morena, como lo ha declarado Ricardo Monreal, quien ya advirtió de una eventual fractura por la disputa de cargos públicos en las elecciones de 2027.

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