Kamala Harris, la actual vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata, ha invitado a Donald Trump a participar en un segundo debate programado para el 23 de octubre en CNN. Este debate se realizaría solo 12 días antes de las elecciones, lo que podría influir en la decisión de los votantes.
Sin embargo, Trump ha rechazado la invitación, argumentando que “es demasiado tarde” para un nuevo encuentro cara a cara.
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Este rechazo se produce tras un primer debate que tuvo lugar el 10 de septiembre, donde Harris fue considerada la ganadora según varias encuestas. La negativa de Trump a debatir nuevamente podría ser interpretada como una estrategia para evitar confrontaciones directas, especialmente en un contexto electoral tan cercano.
A pesar de la invitación de Harris, Trump parece decidido a no participar en este segundo debate, lo que podría afectar su imagen ante los votantes que valoran la transparencia y el diálogo abierto entre candidatos.
La situación resalta las tensiones entre los dos candidatos y plantea interrogantes sobre cómo este tipo de decisiones impactarán la percepción pública y el resultado de las elecciones presidenciales.
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