Cuando en una entrevista de un diario europeo le preguntaron a Jean Piaget sobre el supuesto desorden de su estudio, él respondió:

“Cómo sabe, Bergson demostró que el desorden no existe! Hay dos tipos de orden, el orden geométrico y el orden vital. ¡El mío es netamente vital! Las carpetas que utilizo están al alcance de la mano, por el orden que indica la necesidad. Lo mismo para encontrar ahí abajo una referencia de hace diez o quince años. Las carpetas que se hallan más abajo se convierten en algo delicado, pero cuando hay que buscar, se busca. Lleva menos tiempo que ordenar todos los días.”

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Pitágoras afirmaba que “con orden y tiempo se encuentra el secreto de hacerlo todo, y de hacerlo bien”. En filosofía se señala que “El orden primigenio es lo que se opone al caos. Es importante no confundir orden- caos con orden-desorden.

El desorden encuentra su sentido frente a un orden previo establecido en el que tiene su punto de referencia.

El concepto de orden-caos es un concepto primario en la reflexión filosófica. El caos ha sido siempre un elemento importante en toda la mitología sobre el origen del universo. El mito y las creencias religiosas suelen hacer necesaria la intervención de una inteligenciadivina o un poder mágico para constituir el orden del universo. En muchas culturas ese orden se refleja a partir del movimientoperfecto de los astros, cuyo orden es entendido como cosmos. La pregunta fundamental es: ¿Cómo el orden puede surgir del caos? que en definitiva viene a ser la gran pregunta metafísica sobre el origen o principio del universo.

Apegado a esto, el concepto de orden vital es potente, no solo implica distribuir las cosas según una necesidad sino, y antes que nada, poder participar de esa forma en el que las cosas se disponen. De esta manera, solo cuando tengo voz, voto y margen de acción en la distribución de las cosas podemos hablar de un orden vital.

Quizá en el orden social la dinámica funcione igual. “Cuando somos ajenos a la forma en el que las cosas de disponen, cuando no existe posibilidad de transformar ese orden, cuando me es totalmente impuesto, entonces se transforma en un orden opresor, en el que vivimos sin chances de transformarlo y ordenarlo según las nuestras necesidades. Lo contrario a orden vital no es desorden, sino más bien opresión”.


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