Es casi imposible saber de alguien que no disfruta de la música, independientemente del género, la intensidad del volumen, el lugar donde se escuche, a solas o acompañado, con tristeza o alegría, la música que escuchas se convierte en la banda sonora de tu película llamada vida, impregnada de emociones y sensaciones únicas.
El Día Internacional de la Música se celebra en varias fechas en el mundo, una de ellas es hoy, 1 de octubre, ocasión que se presta para reconocer su magia y asombroso alcance en todas las civilizaciones y todos los tiempos.
La música simplemente es un lenguaje universal, que tiene efectos muy positivos en el aprendizaje, en la salud mental, las emociones y en la vida misma, es una magnifica compañera que aparece prácticamente en todos lados.
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Un sinnúmero de estudios da cuenta de cómo la música puede tener influencia para propiciar aprendizaje significativo, son amplios los beneficios de utilizar recursos sonoros como la música para estimular las habilidades cognitivas y por ende aprendizaje.
La utilización de la música para lograr aprendizaje, es multifactorial, y en parte tiene que ver con la forma de aprender de cada individuo, así como un ambiente hostil no apoya en el desarrollo escolar, por el contrario, la música es un elemento que genera un mejor ambiente áulico, pues, motiva la relajación, libera tensiones y hasta le pone un toque de felicidad y alegría al momento.
En general el elemento musical es muy positivo dentro del aula, pero si lo que se busca es un trabajo educativo dirigido, entonces se puede recurrir a la musicoterapia, donde se aplica la música de manera científica para alcanzar objetivos.
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Es interesante identificar como la música forma parte de nuestro ser, en el ambiente escolar escuchar frases como “necesito música para estudiar”, “me distraigo si no pongo música” dan cuenta de uno de sus beneficios que es el incremento en la concentración, y si hablamos de bondades la lista es larga, por ejemplo, el incremento de la autoestima, mejora en la capacidad de comunicación, ejercita la memoria, estimula los sentidos, aumenta la creatividad y muchas, pero muchas más.
Cada vez en más aulas se utiliza este recurso, las facilidades tecnológicas propician su usabilidad y la clave es encontrar el ritmo que favorezca más la tarea a desempeñar.
Nos leemos en el siguiente Apunte, pongan música, que como dice el músico argentino Andrés Calamaro, la música es el territorio donde nada nos hace daño.