Siguiendo con las reflexiones de la semana pasada, comparto que entre lo discutido durante de las mesas de trabajo del “Primer Foro de Alcaldesas y Electas latinoamericanas”, llamó mi atención lo siguiente: la necesidad de reforzar los sistemas de seguridad social y el acceso a la vivienda como una de las estrategias sin la cual difícilmente pudiéramos avanzar en materia de igualdad sustantiva.
Lo anterior porque ante la ausencia de un sistema robusto de retiro que permita gozar del acceso universal a la salud y otras prerrogativas, son las mujeres quienes mayoritariamente asumen los trabajos de cuidado, alimentación, curación y demás asistencia en el hogar. En cuanto a la adquisición de vivienda, es deseable fomentar su prioridad legal en favor de las mujeres pues la falta de certeza patrimonial es una de las principales razones para temer una separación aún en casos de violencia.
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A propósito del Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro, conocido también como el Día por la Despenalización y Legalización del Aborto, yo agregaría que hace falta entender un principio fundamental: todas las personas con criterio tenemos derecho a decidir, en primera instancia, sobre nuestro propio cuerpo. Poder educar nuestros músculos, ejercitar nuestras extremidades, que nos hagan un tatuaje, pintar nuestro cabello, elegir con quien y cuando tener relaciones sexuales, tomar anticonceptivos y, en su caso, interrumpir un embarazo antes de las doce semanas por cualquier razón que se considere por parte de la mujer que así lo decide.
Reconocer abiertamente este derecho como un principio nos ayudará a educar a las nuevas generaciones en al menos dos sentidos: romper los tabúes en torno al ejercicio de una sexualidad responsable que nos impiden una comunicación abierta y franca con quienes están por iniciar una vida sexualmente activa y despejar algunas inseguridades que hoy en día persisten en las niñas para negarse, rotunda y tajantemente a que cualquier persona toque su cuerpo: si las mujeres tenemos derecho a decidir sobre nosotras mismas y esto abarca, incluso, la controvertida posibilidad de interrumpir un embarazo en las primeras doce semanas, entonces ¿por qué habría de permitir que alguien me toque o mantener en silencio alguna situación incómoda? Las mujeres debemos mostrarnos sororas, solidarias y empáticas entre nosotras como adultas porque en esa medida, daremos más seguridad a nuestras niñas.
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En México en los siguientes estados es legal la interrupción del embarazo: Ciudad de México, Oaxaca, Hidalgo, Veracruz, Baja California, Colima, Sinaloa, Guerrero y Baja California Sur. En abril de 2007 la Ciudad de México sería la primera entidad en avanzar hacia el acceso al aborto legal y seguro.