El cierre de campaña para la elección de gobernador(a) se siente como un gran, gran respiro.
No sé usted, pero al menos yo estoy muy enojada. Estas campañas se han caracterizado por estar entre chismes, acusaciones y señalamientos de porque una u otro candidato no debería llegar a la gubernatura, más que centrarse en cuáles serán sus propuestas en temas importantes como: el desabasto de agua, las desapariciones, feminicidios, empleo, salud, entre otras.
Han tenido momentos vergonzosos como la pelea de lonas, que nos deja pensando en la sarta de pendejadas (no hay otra palabra) en la cual se derrochan recursos que podrían tener un mejor destino.
También lee: Los municipios y la violencia contra las mujeres
Por si esto no fuera suficiente, observamos una y otra vez el uso con fines partidistas del movimiento feminista y LGBTIQ+. Por supuesto que ambos movimientos tienen fines políticos, ya lo decía Kate Millet: lo personal es político. Pero sí hay una diferencia enorme entre política y partido. Y lo que hemos observado es un duro aprovechamiento de los partidos para capitalizar y desmembrar luchas legítimas. Lo peor de todo es que muchxs activistas se han prestado abiertamente para participar en este juego.
Pensar en emitir un voto en estas condiciones es difícil. ¿A quién, por qué, para qué?
¿Esta es la clase política que merecemos? Yo creo que no. Creo que las, los y les hidalguenses merecemos muchísimo más y que los partidos políticos tienen una deuda enorme con nuestro estado. No merecemos un senador tiktoker o un gobernador DJ que prefieren ignorar sus obligaciones con sus ciudadanxs y hacerse virales haciendo el tonto.
Sigue leyendo: Elección Hidalgo 2022: Candidatos y sus propuestas para los principales problemas
Tampoco merecíamos estas campañas vacías que incluso antes de que iniciaran ya estaban manchadas por acuerdos políticos entre partidos que no tienen los mismos fines y una serie de egos que no pusieron al centro a nuestro estado.
Ni hablar, a descansar y prepararnos para lo que sigue que no pinta bien.
Posdata:
Seguimos sin titulares de la comisión de derechos humanos y la de atención a víctimas, total esto tampoco parece importar.