Hasta 2021, en la entidad se tenía cuenta de 673 personas que se mantienen como no localizadas desde la década de 1960, y quienes, a pesar del tiempo, no pierden su derecho a su búsqueda hasta dar con su paradero, de acuerdo con la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Hidalgo (CBPEH).
Data Cívica, organización que lleva a cabo un conteo particular, de 2000 a 2017, indica que en Hidalgo las mujeres que con mayor frecuencia no son localizadas están en el rango de los 12 a 17 años; mientras que los varones están entre los 30 y 44 años al momento de su desaparición, seguido de los hombres adolescentes.
Sin dar cifras totales, se destaca que el 17.67 por ciento de quienes son reportados como extraviados continúan bajo esta condición y el 80 por ciento sí se da cuenta de su paradero.
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Si bien la Comisión estatal señala que fue en la década entre 1960 y 1970 cuando se reportó el mayor número de personas desaparecidas, Data Cívica refiere que fue de 2011 a 2015 cuando se registró un mayor número de desaparecidos.
A penas esta semana, el Comité contra las Desapariciones Forzadas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en sus hallazgos hechos en México, indicó que servidores públicos y el crimen organizado son responsables del creciente número de desapariciones forzadas en el país e instó al Estado mexicano a adoptar y generar de manera urgente una Política Nacional de Prevención y Erradicación de las Desapariciones.
Hidalgo, aunque ya cuenta con una Comisión Estatal de Búsqueda, esta tiene poco tiempo de haberse creado y mucho trabajo pendiente para integrar el Registro Nacional de Personas Desaparecidas que se lleva a cabo para cruzar datos y encontrar al mayor número de personas, a pesar de los meses, años y décadas que hayan pasado para su localización.
Para el Comité contra las Desapariciones Forzadas de la ONU la gravedad de las desapariciones, la diversidad e intensidad de sus impactos para las víctimas y la sociedad mexicana en su conjunto requieren de la adopción urgente de mecanismos preventivos, y presentaron 15 puntos, teniendo como ejes transversales los estándares de debida diligencia, el enfoque diferencial y de derechos humanos.
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Historias sin resolver
Omar Reyes salió de casa a finales de octubre de 2021, rumbo a la frontera con Estados Unidos; a seis meses de que su familia lo busca, se desconoce su paradero y las pruebas de ADN que obtuvo la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) en un primer momento fueron extraviadas, por lo que la madre llevó a cabo procedimiento en dos ocasiones.
Javier, originario de Tizayuca, desapareció cuando acudió junto con su patrón a entregar alimentos preparados a un municipio mexiquense en 2019, desde ese día no se supo de él y solo fue hallado el automóvil.
Estos son solo dos casos de hidalguenses desaparecidos a quienes sus familias siguen con la esperanza de encontrarlos.
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