Los municipios se enredan con terrenos para bancos del Bienestar 

En junio vence el plazo para que en Hidalgo entren en operación 119 bancos del Bienestar, sin embargo, el delegado de los Programas para el Bienestar, Abraham Mendoza Zenteno, reconoció que esto no será posible, a pesar de que municipios donaron, compraron e incluso cambiaron la vocación de terrenos con tal de contribuir a lograr la meta. Por tal razón, hasta julio o agosto se podría alcanzar la meta. 

En julio de 2019 el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo el anuncio de la construcción de 10 mil instituciones bancarias en el país, de las cuales más de 100 estarán en la entidad, por lo que algunos municipios optaron por comprar predios y cederlos a favor de dicha institución; mientras que otros pusieron a disposición de la federación terrenos que fueron adquiridos con anterioridad para otros fines. 

De acuerdo con las respuestas a diferentes solicitudes de información realizada a los 84 municipios, el municipio de Alfajayucan adquirió el 21 de febrero de este año un predio para posteriormente donarlo para la edificación de un banco del bienestar. 

Por la propiedad erogó 2 millones 100 mil pesos, para cubrir dicha cantidad realizó tres depósitos al entonces propietario, Leonardo Trejo Badillo; el primero fue realizado el mismo día por un millón de pesos, el segundo pago fue el 7 de marzo por 500 mil pesos, y el tercero el 29 de marzo por 600 mil pesos. 

Aunque no se especificó la medida del predio ubicado en el centro, la Sedena detalló que las instalaciones del banco deben construirse en un espacio de al menos 400 metros cuadrados; además, se requieren 3.5 millones para su edificación y equipamiento. 

La administración municipal de Juárez Hidalgo llevó a cabo la adquisición de un predio, ubicado en la cabecera del ayuntamiento, en octubre del año pasado, para el cual fueron destinados 500 mil pesos del erario para el pago en una sola exhibición a un particular. 

Misma cantidad erogó Santiago de Anaya el 30 de diciembre de 2021 al comprar a Edith Moreno Ángeles un predio ubicado en Calle 12 de octubre sección sur, en la cabecera municipal; el pago fue efectuado en cinco exhibiciones. 

En este caso la propiedad denominada “Agripina Segunda” contaba con dos fracciones, la primera con una superficie de 700 metros cuadrados y la segunda de 400, por lo que en total el municipio adquirió un predio con superficie total de mil 100 metros cuadrados, pero solo una parte fue cedida al Banco del Bienestar. 

Por otra parte, el pasado 12 de abril la asamblea municipal de Tepeapulco aprobó la compra de un predio ubicado en la avenida 18 de marzo por 3 millones de pesos; sin embargo, esto causó controversia entre los ediles, toda vez que la entonces propietaria María del Socorro Barrios López es tía del regidor Lino Antonio Barrio Islas. 

Además, se informó que el espacio se estaba adquiriendo a un sobrecosto, ya que su valor catastral era de 1.6 millones, así como que la vendedora había recibido el predio mediante donación. 

Derivado de esto, la sindica jurídica y algunos regidores denunciaron penalmente a la alcaldesa, Marisol Ortega López, por uso ilícito de atribuciones y facultades por la compra a sobreprecio, y sin aval de la mayoría calificada del Cabildo, de dicho terreno que fue entregado en donación para una sucursal del Banco de Bienestar. 

Respecto al caso, el delegado afirmó que esa situación no afecta la tenencia de la tierra, pues ya fue donada a favor de la institución bancaria y ya comenzaron los trabajos de edificación, por lo que en algunos meses se dará a conocer su apertura. 

Asimismo, dijo que la compraventa del bien inmueble y posterior donación, fue llevada a acabo conforme a derecho, por lo que no existe riesgo de perderlo. 

Compran predios para otros proyectos, pero donan una fracción al Bienestar 

De acuerdo con las respuestas a solicitudes de información, algunos municipios adquirieron tierras para llevar a cabo proyectos de desarrollo social, pero una fracción fue destinada para el Banco de Bienestar.

En ese concepto se encuentra el municipio de Almoloya, quien el 10 de septiembre de 2018 compró un predio en calle Cuauhtémoc s/n, casi esquina con calle Pino, en la colonia Centro, por un monto de 56 mil 245.60 pesos, según valor catastral, aunque no se informan las medidas.

La alcaldía manifestó que el espacio fue adquirido para la construcción del mercado municipal, pero en 2020 se cedió una fracción para la construcción del Banco del Bienestar, aunque no se informaron las medidas.

En Zempoala fue comprado un predio en 2017 al señor Donaciano Bonifacio Elizalde Gutiérrez por 2.5 millones que fue liquidado a través de dos transferencias bancarias; el espacio fue adquirido para la construcción de las oficinas de Seguridad Pública y Protección Civil municipales; no obstante, fue donada una superficie de 624.69 metros cuadrados para el Banco del Bienestar.

Por otra parte, Chapantongo puso a disposición de la federación una fracción de un predio adquirido el 8 de diciembre del 2000; este se ubica en la carretera Chapantongo-Tula kilómetro 1, barrio San Antonio.

Por el espacio, con una superficie de 54 mil 113.42 metros cuadrados, fueron erogados 250 mil pesos; no obstante, el 17 de febrero de 2022 el Cabildo aprobó donar una fracción de 571.81 metros cuadrados a favor de la institución bancaria.

En tanto, el ayuntamiento de Chilcuautla compró a Enrique del Villar López y Antonio Ildelfonso Villar López el predio denominado La Capilla por un millón 990 mil pesos el 6 de diciembre de 2018; el espacio fue donado posteriormente al Banco del Bienestar.

Cardonal donó un predio que compró el 12 de septiembre de 2012 por 550 mil pesos, el trato del lugar ubicado entre la calle Benito Juárez y Javier Rojo Gómez, a un costado de la Unidad Básica de Rehabilitación, fue realizado con la señora María de Lourdes Negrete Escamilla.

Tolcayuca compra predio pero ya no fue ocupado

El municipio de Tolcayuca informó que en febrero de 2020 compró un predio con superficie de 290 metros cuadrados por 650 mil pesos para la edificación de un Banco del Bienestar; sin embargo, ya no se concretó el proyecto. El espacio está ubicado en la colonia General Felipe Ángeles.

No obstante, ya se cuenta con una sucursal en la cabecera municipal, pero en este caso se cedieron 400 metros cuadrados del espacio denominado Complejo DIF, el cual formaba parte de las propiedades del municipio, por lo que en este caso no hubo cargos al erario.

Particulares y ejidatarios también donaron terrenos

El delegado Abraham Mendoza ha reiterado que pobladores de diversos municipios se han organizado para comprar o donar sus tierras en favor del Banco del Bienestar para contar con una sucursal y evitar traslados prolongados. 

En ese sentido, el municipio de Tianguistengo afirmó que el terreno, ubicado en avenida Capitán Guillermo Campos, barrio Tepeco, donde se construye la institución bancaria fue donado por un particular. 

En Zapotlán, Mineral del Chico y Ajacuba las tierras fueron donadas por ejidatarios, por lo que en estos casos los municipios no tuvieron nada que ver con el trámite de sucesión de derechos. 

Por otra parte, Atotonilco de Tula y Tenango de Doria donaron predios que les fueron cedidos sin costo con anterioridad, según las áreas de transparencia correspondientes. 

En el primer municipio, la empresa cementera Cemex cedió una propiedad durante la administración del entonces alcalde Edgar Reyes Martínez (2012-2016); sin embargo, el 25 de septiembre de 2020 el Concejo interino, en sesión ordinaria de Cabildo, aprobó donar el espacio para el Banco del Bienestar, ubicado a un costado de la presidencia municipal. 

En el segundo caso, la tierra fue donada en la administración 2012-2016, presidida por Alejandro Barranco Flores; en dicha fracción también se construyó el Centro Gerontológico Regional y la clínica familiar del ISSSTE. 

Por último, Jaltocán, Epazoyucan y Zimapán entregaron a la federación predios que obtuvieron después de ganar litigios sobre su posesión; esto luego de acreditar la prescripción del espacio; es decir, acreditaron la posesión de un bien, así como de información testimonial ad perpetum, que consiste en justificar con testigos ciertos hechos a fin de que consten en lo sucesivo y no puedan desaparecer, olvidarse o desfigurarse con el transcurso del tiempo.