La UAEH y su rechazo a la intromisión de terceros

El rechazo al cumplimiento de una recomendación emitida por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) y la advertencia de “No intervención a terceros” en la vida interna de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), parece atender más al temor de el desmoronamiento de la estructura que ha controlado desde hace más de cuatro décadas a la máxima casa de estudios, como ocurre ya en Sinaloa, donde el Congreso local aprobó reformas legales para que el rector sea elegido con el voto libre y universal de la comunidad de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

En la celebración de los 76 años de autonomía de la UAEH, el rector Octavio Castillo, se ufanó del golpe dado al Congreso local que se atrevió a proponer que el órgano de control interno lo encabezara una persona no perteneciente a la comunidad universitaria.

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Castillo Acosta, recordó “EL importante legado del Instituto Científico y Literario (ICL), que recibió la autonomía el primero de abril de 1948”. Y sostuvo que esta celebración (la de los 76 años de vida autónoma de la UAEH) “está motivada por un hecho concreto, la defensa jurídica que realizó la UAEH ante el máximo órgano impartidor de j7usticia en nuestro país, en contra de un intento de frenar el evidente progreso de nuestra casa de estudios”.

Una semana después, la UAEH informó sobre la decisión tomada en sesión del Consejo Universitario, del 30 de septiembre, para rechazar el cumplimiento de una recomendación de la CDHEH; para que las autoridades universitarias se disculparan públicamente por las agresiones sufridas por estudiantes y padres de familia del Instituto de Artes (IDA), cuando el 19 de septiembre del 2023, intentó entrar al edifico central ubicado en la céntrica calle pachuqueña de Abasolo 600.

Entonces, los manifestantes fueron golpeados por porros, dirigentes estudiantiles, empleados y encargados de la seguridad del inmueble. Desde entonces la actitud de las autoridades universitarias ha sido de hostilidad con los propios estudiantes y de rechazo a cualquier intromisión de grupos ajenos a la vida interna de la UAEH.

Pero, el fantasma de la UAS, permea en todo el país y, obviamente, en el campus de la UAEH.