Desafortunadamente esta última semana hemos visto como diversos municipios de nuestro estado se encuentran literalmente bajo el agua, con las intensas lluvias en las que el río Tula en la cual además no forma parte de la casualidad que esa misma noche ocurrieran inundaciones en nuestro estado vecino en el municipio de Ecatepec, ambas situaciones aunque tienen que ver con fenómenos naturales, deben de tomarse en cuenta las implicaciones que tienen en ellas la conexión del sistema de drenaje del Valle de México, en el que desembocan sus aguas justamente en esa zona.
Cuando ocurren este tipo de situaciones no falta quienes la usen políticamente, algunos contra el gobierno federal, otros para que la población los mire con buenos ojos para gobernar Hidalgo, la terrible rapiña de lo poco que queda, o activistas haciendo pasarela, por supuesto, es necesario sacar lo urgente para apoyar a las y los habitantes a recuperar su patrimonio perdido, a reactivar la zona económicamente, también como siempre se han habilitado para estas urgencias distintos centros de acopio porque hay que sacar la adelante la emergencia, pero más allá de ello, necesitamos que se construyan propuestas para evitar que ocurra lo que hemos visto esta semana, se debe poner en la agenda pública la desigualdad con la que se ha construido Hidalgo.
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Desde que comienzan las épocas de lluvia sabemos que hay colonias y zonas en Pachuca que no se necesita el paso de un huracán, sabemos que serán colonias inundadas que en las distintas administraciones de todos los colores partidistas no han sido debidamente resueltas, o ahora que se han estado abriendo socavones en distintas partes de la ciudad, que además tienen distintas razones geológicas por las cuales van surgiendo, las cuales deben atenderse antes de que ocurran tragedias; en el caso de las inundaciones los ayuntamientos mencionan que se debe a las grandes cantidades de basura que tapa las alcantarillas y aunque esto resulta parcialmente cierto tampoco vemos que existan contenedores en la ciudad o una política preventiva de desazolve, es decir, las autoridades vuelven a poner en la ciudadanía una responsabilidad que tiene que ser compartida y parte de la política pública tanto municipal como estatal para atenderla, es decir, ya se debe de transitar de un esquema de protección civil a una gestión integral de riesgos que involucre a todos los sectores de la sociedad para la reducción de desastres del que incluso existe desde hace décadas un marco legal tanto nacional como internacional, existen además experiencias de la Gestión Integral de Riesgo de desastre (GIRD) con perspectiva de género, construidas con las comunidades y organizaciones civiles como Equidad de Género que ha sido documentada y publicada La gestión integral del riesgo de desastre con perspectiva de género en esta sistematización se abordan las dos fases de la GIRD: ex ante que tiene que ver con los cuatro componentes que deben tomarse en cuenta en la identificación y análisis de los riesgos y la fase del ex post que es el manejo del desastre a través de sus tres componentes que son: la respuesta inmediata ante la emergencia, la rehabilitación y recuperación y la reconstrucción que deberían estarse llevando a cabo en las zonas afectadas, ¿Por qué es necesario incorporar a la GIRD la perspectiva de género? Es bien sabido que durante la emergencia y después del impacto del desastre se incrementan las condiciones de vulnerabilidad de niñas, adolescentes y mujeres y que como menciona en esta publicación una de las pioneras en el tema Emilia Reyes Zúñiga hay que cuestionar la naturalización de esta vulnerabilidad para no repetir los roles de género que suceden ante estas situaciones para que con ello se puedan concebir medidas que garanticen los derechos al mismo tiempo que se erradiquen las prácticas de la división sexual del trabajo.
Debemos de recordar que siempre existirán los fenómenos son naturales pero que los desastres sociales como el que estamos viendo en Tula son la suma de factores creados por las actividades humanas que pueden transformarse en amenazas, por ello los gobiernos deben cambiar su visión de que los desastres suceden en el momento porque entonces como ocurre ahora las acciones realizadas se centran en los daños y se pierden de vista las causas que lo producen y que habría que transformarlas.
Además en esta propuesta que llevamos a cabo en municipios que han sido afectados por un fenómeno natural, es necesario que cuando se empiezan a crear refugios deben en las acciones la salud sexual y reproductiva y prevenir los casos de violencia sexual que pueden ocurrir en niñas, adolescentes y mujeres como ya hemos visto que ocurre en otros lugares, además de involucrarse a adolescentes, jóvenes y mujeres para las acciones y toma de decisiones y no repetir los roles de género en estos lugares que dan más carga a estas poblaciones en el trabajo de cuidados no remunerado, y lo más importante prevenir desde lo local para evitar más desastres sociales.
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