Este viernes, la LXV legislatura develó el nombre de Olga Trevethan Cravioto, primera diputada local, en letras de oro en el muro de honor del Congreso de Hidalgo.
El gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, asistió a la sesión solemne para llevar a cabo el reconocimiento que resalta a la mujer que marcó un hito importante en la igualdad de género en Hidalgo.
Se destacó el legado político de Olga Trevethan Cravioto en la historia de Hidalgo, de la representación femenina, y de quien allanó el camino para que más mujeres pudieran aspirar a este cargo en la legislatura.
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Al acto, también asistió la presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo (TSJEH), Rebeca Stella Aladro Echeverría, rectores de las universidades, autoridades municipales salientes y electos.
Olga Trevethan Cravioto nació el 14 de mayo de 1939 en la Ciudad de Pachuca. Realizó estudios profesionales como abogada en la UNAM, su trayectoria como docente inició a sus 21 años.
En 1964 tomó protesta como jueza del juzgado segundo civil de Pachuca. A los 27 años participó en las elecciones para diputaciones locales por el distrito 9 de Apan.
El 22 de febrero de 1966 tomó protesta como la primera diputada local, después de solicitar licencia a la cuadragésima quinta legislatura se dedicó a la docencia, ingresando al Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM donde fue fundadora de la materia de derecho 1 y 2, impartiendo dichas materias durante 39 años.
“Un reconocimiento a todas las hidalguenses que me sucedieron en el cargo, a ellas les ha correspondido luchar por todos esos derechos, no nada más de la legislatura”, expresó Trevethan Cravioto en su presentación.
De igual manera, la galardonada destacó que es en esta legislatura donde se ha llegado a apreciar todo lo que se necesita hacer en materia de leyes para todas las minorías.
“Considero que la LXV legislatura no en vano la legislatura de la paridad, inclusión y diversidad al otorgármelo (letras en el muro de honor) no pensaba en una determinada persona, sino en la primera vez que una mujer ingresó al Congreso, lo cual solo fue el principio de la misión desmesurada que muchas otras deberían llevar a cabo para dignificar y enaltecer a todas las hidalguenses, entonces se abrió la brecha hoy ya recorrida por varias generaciones de legisladoras que han batallado para que las leyes reconozcan los derechos que en todos los órdenes de la vida comunitaria corresponden al género femenino”.
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