El pasado sábado 27 de agosto, 69 consejeros presentes del partido Morena en Hidalgo, eligieron a sus presidentes del Consejo y del Comité estatal. Casi 7 años habían pasado sin que este ejercicio electivo hubiera podido lograrse debido a la falta de mecanismos de solución de controversias que muchas veces orilló a los actores a dirimir los conflictos en órganos internos, el poder judicial o en el peor de los casos, en el ejercicio descarnado de la fuerza.
Tras ello, lo primero a destacarse es el hecho de que la jornada transcurrió de manera cívica. Si bien no estuvo exenta de momentos de tensión, lo cierto es que hubo un amplio reconocimiento explícito a la validez de los resultados y fue posible observar a los contendientes felicitarse entre sí tras su participación. No hubo arrebatos o descalificaciones; en su lugar se percibió un ambiente de cordialidad y respeto, ambos síntomas de que, por primera vez en varios años, el partido Morena tiende a la institucionalización efectiva de su vida orgánica.
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Marco Antonio Rico Mercado y Marisol Ortega López a la cabeza del comité ejecutivo y el consejo estatal, respectivamente, tendrán consigo la enorme responsabilidad de respaldar, fortalecer y divulgar el trabajo de nuestro gobernador electo, Julio Menchaca Salazar. Su primera tarea será conciliar entre sí a toda la militancia llevando a ellos y a los diversos grupos sociales aliados, toda la información acerca de los valores, acciones y obras que denoten el carácter transformador del primer sexenio de alternancia tras 93 años de priismo hidalguense.
Ambos personajes enfrentan para ello un reto similar: conciliar la agenda y los intereses de los grupos a los que pertenecen -Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas (CODUC) y Grupo Universidad- con la agenda y preferencias del próximo gobierno estatal, priorizando siempre el interés general. En este sentido, nuestro futuro gobernador constitucional tendrá un escenario excepcional para mostrar a la militancia del partido su compromiso con los equilibrios y la pluralidad, mientras que sus asesores y operadores tendrán la misión de evitar potenciales intentos de chantaje o captura de estos y otros grupos sobre la agenda política y gubernamental. Para ello, deberán aprender a construir acuerdos y consensos al interior de un partido en el que, por su origen y naturaleza, los llamados a la disciplina son necesarios, pero no suficientes para asegurar el papel de baluarte político que debe jugar el partido a nivel estatal.
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La trayectoria de izquierda de Marco Antonio Rico Mercado y el pronunciado respaldo con el que Marisol Ortega López fue electa consejera con el mayor número de votos a nivel estatal, otorga la legitimidad y confianza necesarios para considerar que ambos sabrán estar a la altura de las circunstancias y lograrán, siempre que se tomen muy en serio su papel, garantizar que el partido siga los pasos del movimiento, algo que expresamos deseable en una columna anterior.
Enhorabuena a todos los participantes en el pasado congreso estatal y mis parabienes a nuestro querido amigo Julio Menchaca Salazar, quien está a unos días de rendir su toma de protesta como gobernador constitucional e iniciará su ejercicio teniendo de su lado un partido fuerte y bien constituido.