Desde hace décadas expertos han advertido sobre el cambio climático y las consecuencias que tendrán para los seres que habitamos esta Tierra, no solo para los humanos sino para el resto de las especies. Pero el fenómeno lo veíamos como algo lejano, no como algo con lo que tenemos que acostumbrarnos a vivir.
Hoy los efectos son cada vez más tangibles y están a la vista: solo hay que asomarse por la ventana. En marzo de 2024 experimentamos una crisis climática que nos muestra algunas lecciones que nos va a costar trabajo aprender.
Una prolongada sequía y una ola de calor son los ingredientes detrás de un México que hoy está en llamas. Según el último corte de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), hay 126 incendios forestales activos que afectan 8 mil 669 hectáreas.
Hidalgo no es la excepción respecto a este fenómeno y de hecho somos la segunda entidad con más hectáreas afectadas (mil 745), solo después de Veracruz (2 mil 255). Más abajo en la tabla se encuentra Chiapas con mil 447 y el Estado de México con mil 24 hectáreas afectadas.
Hasta el miércoles, la Conafor tenía registro de ocho incendios forestales activos en la entidad que perjudican a los municipios de Mineral del Chico, Juárez Hidalgo, Nicolás Flores, Acatlán, Zacualtipán y Emiliano Zapata.
Uno de los incendios que más duele a los hidalguenses es el que tiene lugar en el Parque Nacional El Chico, uno de los lugares más atractivos de la entidad por sus paisajes boscosos y su vasta riqueza de flora y fauna. Quien visita El Chico no puede dejar de contemplar, aunque sea por unos minutos, la panorámica que ofrecen sus bosques de pino, encino y oyamel, así como las formaciones rocosas que emergen entre la espesura.
Por eso las escenas de las llamas extendiéndose a través de esos densos bosques no nos pueden dejar indiferentes y ahí es cuando tomamos consciencia de hasta dónde pueden llegar las consecuencias del cambio climático: cuando vemos que los lugares que atesoramos pueden desaparecer.
Las rachas de viento que provocaron la formación de intensas tolvaneras el pasado 25 de marzo en Pachuca son otro botón de muestra de algunos efectos del cambio climático. No solo por la alerta que lanzó aquel lunes la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath) por la calidad del aire extremadamente mala que respiramos en la capital del estado, sino porque el escenario podría recrudecerse en el futuro.
Teniendo en cuenta la sequía que vivimos hoy y que se prolonga desde el año pasado, el futuro parece poco alentador.
Hoy todo el territorio estatal está seco, los 84 municipios. La única diferencia es que hay unos que padecen el peor escenario: 23 guardan condiciones severas, 24 extremas y 29 excepcionales.
El cambio climático dejó de ser un futuro distópico, para convertirse en un presente en constante estado de alerta. Nuestro tiempo ya rebasó el futuro que imaginó Richard Fleischer con Cuando el destino nos alcance, película estrenada en 1973 y que deberíamos volver a ver para reflexionar qué es lo que dejamos de hacer para evitar el presente que hoy tenemos.
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