La forma de gobierno o régimen político es caracterizada por un “conjunto institucionalizado de principios, normas y reglas que regulan la forma en que los actores se relacionan en un contexto dado de acción” (Zürn, 2006, 1179). Se distinguen al menos tres elementos que diferencian entre países, estados o momentos del tiempo: a) las formas de ingreso al poder del gobierno (fácticas y formales), b) el ejercicio del poder y c) la forma de interactuar con la oposición (Thibaut, 2006, 123).
Lo que se espera del gobierno estatal 2022-2028 recién iniciado tras la toma de protesta de Julio Menchaca Salazar es precisamente un cambio de régimen. Tras casi un siglo en el que la misma clase política estableció formas, modales, protocolos y demás reglas no escritas, cambian los valores y los signos con la esperanza de volver a lo esencial en democracia representativa: hacer efectivo en las decisiones y el programa de gobierno el interés de las mayorías, dejando a salvo los derechos de las minorías.
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La arrogancia provocada en el pasado por la indiscutible certeza de que se ganaría la siguiente elección -a costa de todo y de todos- deberá sustituirse por la calidez y empatía de servidores públicos que en el ejercicio de su encargo agradezcan al pueblo hidalguense su confianza al tener al gobernador constitucional más votado en la historia de nuestro estado. Con elecciones competitivas y reales, el partido en el gobierno podrá seguir refrendando siguientes triunfos electorales con un cuerpo administrativo efectivo y atento a las personas.
El centralismo y la verticalidad en la creación de políticas públicas y la toma de decisiones, deberán convertirse en diálogo con los municipios y diversos sectores sociales para garantizar una mayor efectividad en la superación de los problemas públicos.
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La parafernalia del poder y los privilegios a la élite política y económica del pasado en favor de la concentración de la riqueza y la impunidad, deberán sustituirse por la austeridad y el combate a la corrupción en busca de una mayor justicia social.
Finalmente, el cambio de régimen se habrá de manifestar en una relación de debate profundo y contraste de ideas con la oposición en lugar de la persecución, contestación o censura a la que estaban acostumbrados quienes nacieron y crecieron en el régimen anterior.
Desde la perspectiva de la ciencia política, estas son algunas de las claves que nos permitirán entender los cambios que trae consigo la cuarta transformación nacional en nuestro estado. Y usted, ¿qué opina?
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