Hasta siempre querida Julieta

Apenas celebramos el sesquicentenario de la Academia Mexicana de la Lengua cuando repentinamente nos llegó la tristeza. Festejábamos todavía la ocupación total de los treinta y seis sillones de su membresía, anunciada en sesión solemne por don Gonzalo Celorio, director de la corporación, como otro motivo del festejo; y de pronto volvió a quedar incompleta: el número veinticinco quedó vacío.

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Regreso a Carlos Fuentes: “Qué injusta, qué maldita, qué cabrona es la muerte que no nos mata a nosotros, sino a los que amamos”. Julieta, nuestra querida Julieta Fierro se había ido la mañana del viernes. Rápido los medios difundieron la triste noticia y las redes sociales se inundaron del creciente lamento ante la pérdida:

Sin duda, una mujer inspiradora que trascenderá el tiempo y el espacio: Claudia Sheinbaum Pardo; dedicó su vida a acercar la maravillas del universo a generaciones enteras: Secretaría de Ciencia; Con su voz y dedicación acercó la ciencia a varias generaciones, dejando un legado que trasciende las fronteras y el tiempo: UNAM; Julieta Fierro ahora es polvo de estrellas: Divulgación de la Ciencia, UNAM; Nos recordó que para ser científicos hay que aprender en libertad: Facultad de Ciencias UNAM; Su voz permanecerá como guía en la construcción de un futuro donde la ciencia inspire igualdad, libertad y sueños posibles: Secretaría de las Mujeres; Hoy una estrella más emprende su viaje por el firmamento: Obsidiana; Tu legado brilla en cada mirada que explora el universo: Cultura UNAM.

Antes de terminar el día aparecían las crónicas de las primeras horas de la velación. A la mañana siguiente su rostro expresivo, la sonrisa pícara, estaban en las primeras planas de la prensa nacional, enmarcadas en calificativos y expresiones en torno a su persona y trabajo:

Muere “campeona de la ciencia”: Reforma; Ahora es polvo de estrellas: Excelsior; Luto sideral. Julieta Fierro una científica pionera: Milenio; Hasta las estrellas… Julieta Fierro: La Crónica; Ya es una con el cosmos: El Heraldo de México; Julieta Fierro: Adiós a la astrónoma que amaba y acercaba la ciencia: La Razón; Falleció Julieta Fierro, la científica que nos acercó a las estrellas: El Sol de México; Julieta Fierro Gossman, científica, investigadora y divulgadora de la ciencia: La Prensa; Julieta Fierro se vuelve una con el Universo: Ovaciones.

Son los otros retratos de Julieta, la diversidad de imágenes reflejo de su inteligencia, calidad humana, enorme presencia en la ciencia mexicana de las décadas recientes, cuyo nombre bautizó una especie de luciérnaga: Pyropyga julietafierroae. Y algo muy importante de sus luchas: la integración de las mujeres al trabajo científico.

La mañana del sábado estuvimos a despedirla quienes gozamos la fortuna de compartir con ella en la AML, de aprenderle y disfrutar de su generosa amistad. Había en los rostros tristeza, difícilmente pudo colmarse la invitación de su hermano a mostrar alegría por la vida de nuestra colega, en lugar de entregarle un homenaje triste, a pesar de las anécdotas provocadoras de sonrisas y simpáticos recuerdos.
Entre esas evocaciones estaba el discurso de ingreso de Julieta: Imaginemos un caracol, leído el 26 de agosto de 2004 cuando dijo:
“Se requieren palabras para contar la historia de la evolución. También son necesarias para predecir, que es precisamente uno de los atributos de la ciencia.

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“Para saber de ciencia es necesario conocer y usar su lenguaje; con las palabras transmitimos el placer de entender.“
Sigo a Fuentes: “La palabra lucha contra la muerte porque es inseparable de la muerte, la hurta, la anuncia, la hereda… No hay palabra que no sea portadora de una inminente resurrección.”

A través de su obra Julieta seguirá siendo una gran mexicana.

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acf

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