Taylor Swift presentó su próximo álbum titulado The Life of a Showgirl con un color dominante: Portofino Orange Glitter, tono que ha lucido en el escenario y que ahora marca lo que muchos ya llaman su nueva Era Naranja.
Durante su participación en el podcast New Heights, junto a su pareja Travis Kelce, Swift reveló que este color representa la energía interior que vivió durante su reciente gira. “Siempre me ha gustado… Se siente como la energía que ha tenido mi vida”, dijo la cantante.
La elección del color no es casualidad. El naranja evoca creatividad, entusiasmo, vitalidad y optimismo, según especialistas del Instituto Pantone. Laurie Pressman, vicepresidenta del instituto, afirmó que esta elección representa una “nueva personalidad emergiendo” en la artista. El tono más cercano en la paleta Pantone se llama Exuberance.
El escenario de Swift ya anticipaba este cambio: durante sus shows proyectaba una puerta naranja misteriosa, que ahora sabemos era una pista. Diseñadores, estilistas y fans han coincidido en que este color, que va desde el melocotón hasta el terracota, transmite calidez, accesibilidad y autenticidad.
Incluso el alcalde de Portofino, un pueblo costero italiano conocido por sus fachadas en tonos ocre, se sumó a la tendencia con una invitación pública a Swift y Kelce. “Ya brilla en su color”, decía la publicación oficial.
El naranja también es tendencia en moda: desde creaciones del fallecido Roberto Cavalli hasta los icónicos productos de Hermès, el color se asocia con lujo, juventud y transformación. Expertos como Natalie Tincher recomiendan incorporarlo poco a poco: en bolsos, bufandas o incluso looks monocromáticos.
Más allá de los escenarios, Swifties, diseñadores y hasta fanáticos del baloncesto como los seguidores de los Knicks han celebrado este giro estético que podría definir el tono del pop en los próximos meses.

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