Del 15 al 17 de agosto, el municipio de Tecozautla será sede de una experiencia enogastronómica sin precedentes con la primera vendimia del viñedo “Tierra y Almas”, una celebración de raíces, sabores, tradiciones y hospitalidad hidalguense, donde el vino se une con la historia, la cultura y el alma del semidesierto.
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Enclavado en el Valle del Mezquital y a tan solo dos horas de Pachuca, Tecozautla se prepara para recibir a visitantes de todo el país con una vendimia en el viñedo Tierra y Almas, que este 2025 celebra su primer cosecha y su segundo aniversario con un evento de tres días lleno de música, gastronomía, vino, tradición y experiencias sensoriales.
Nancy Cruz Matus, directora de Turismo de Tecozautla, destacó que este Pueblo Mágico cuenta con múltiples atractivos para quienes buscan turismo de naturaleza, historia y bienestar.

“Tenemos 15 balnearios con aguas termales que oscilan entre los 36 y 42 grados, zonas arqueológicas, acueductos, senderos, el géiser, la parroquia del siglo XVII, carnavales, y una gran riqueza artesanal que incluye obsidiana, sombreros, cantera, petates e ixtle”, explicó.
Tierra y Almas: un viñedo con raíz y propósito
Mariela Morán Ocampo, cofundadora de Tierra y Almas, explicó que el proyecto nació hace cuatro años con una visión clara: hacer región, volver a lo ancestral, producir vinos sustentables y acercar a la gente a la tierra a través de experiencias auténticas. “Este espacio vivo florece en el Valle del Mezquital como un museo interactivo del vino, con cabañas, hotel boutique, hospitalidad y vivencias que conectan con la memoria, el sabor y el origen”, expresó.
El proyecto se ha enfocado en técnicas ancestrales como el añejamiento en ánforas de barro, así como en la inclusión con accesibilidad para personas con discapacidad. Uno de sus diferenciadores es su apuesta por vinos sin alcohol y etiquetas que reflejan el alma del territorio. Actualmente producen cuatro etiquetas y, durante la vendimia, se presentará la quinta.

El viñedo vende alrededor de 2,500 botellas directamente en el sitio y ahora busca expandirse a otros municipios de Hidalgo y la Ciudad de México.
Vendimia con alma hidalguense y sabor mediterráneo
La vendimia “Tierra y Almas” no solo celebrará la cosecha, sino también la historia, el paisaje y los ingredientes del Valle del Mezquital. El programa, que se desarrollará del 15 al 17 de agosto, incluye actividades para todos los sentidos:

• Viernes 15: Noche de coctelería y tapas de 6:00 a 8:00 p.m., con pisado de uva nocturno en un huerto iluminado por un nogal de 200 años. Costo: 650 pesos por persona. Se degustarán vinos, cocteles con vino fortificado, tapas con pimientos, nueces e higos, en una velada bohemia.
• Sábado 16: A partir de las 11:00 a.m. habrá música, recorridos al viñedo, catas en el museo interactivo del vino con etiquetas de la Toscana, y un buffet de 2:00 a 5:00 p.m. También se realizará el tradicional pisado de uva, con la oportunidad de participar en el diseño de la nueva etiqueta de Tierra y Almas.
• Domingo 17: Brunch campestre de 10:00 a.m. a 2:00 p.m. con fruta, platillos regionales y mimosas. Costo: 650 pesos para adultos y 300 pesos para niñas y niños.
La parte gastronómica será liderada por los chefs Alexis Torres, Roxana Prieto y Juan Antonio Rodríguez, del restaurante Hñähñú de Mixquiahuala, quienes ofrecerán platillos inspirados en ingredientes locales y técnicas tradicionales. La experiencia busca rescatar los sabores del Valle del Mezquital y fusionarlos con una propuesta mediterránea en un entorno natural.

Además, artesanas y artesanos de la región estarán presentes para ofrecer sus creaciones, mientras que los bailables tradicionales amenizarán las jornadas.
Turismo con identidad y memoria
“Esta vendimia no es solo una cosecha, es una forma de regresar a la tierra, a lo que somos. Una vendimia que se siente como un verano en la Toscana, pero con alma mexicana y de Hidalgo”, señaló Morán Ocampo.
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Los organizadores informaron que el cupo es limitado y las reservaciones pueden hacerse a través de las redes sociales de Tierra y Almas. La experiencia se posiciona como una opción para quienes buscan un fin de semana diferente, con conexión al territorio, buena mesa, vino local y hospitalidad genuina.
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