La tirolesa de Tulancingo, ubicada en las inmediaciones del Cerro del Tezontle y el Zoológico Municipal, concebida como un atractivo turístico, cumple cinco años en el abandono.
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Esta infraestructura, que representa un derroche de recursos públicos, se ha convertido en un símbolo de negligencia e impunidad, sin que hasta la fecha se haya aplicado una responsabilidad, sanción o resarcimiento del daño, a pesar de que el caso llegó al Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Hidalgo.
El Parque Aventura en Tulancingo, que consistía en un circuito de 14 retos aéreos, fue adjudicado en junio de 2020 a la empresa Parques de Altura México S.A. de C.V. por un monto total de 6 millones 288 mil 659 pesos (IVA incluido), provenientes de recursos fiscales durante el gobierno de Fernando Pérez Rodríguez.
Lo que prometía impulsar el turismo y ofrecer un nuevo espacio de recreación nunca despegó debido a que no reunía las condiciones de seguridad necesarias para los usuarios.
Un monumento al olvido y deterioro
Actualmente, la tirolesa luce dañada y grafiteada. No solo la estructura principal presenta un evidente deterioro, sino que incluso la mampara informativa ha desaparecido, dejando a su suerte los componentes de lo que alguna vez fue un proyecto que auguraba éxito.
Desde su adjudicación, la tirolesa ha sido testigo del paso de tres gobiernos municipales, sin que ninguno haya logrado reactivar o siquiera rescatar esta infraestructura.
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Lo que debería haber sido un lugar de atracción durante periodos vacacionales, hoy solo sirve, irónicamente, como un lugar donde se invirtieron millones y solo se aposentan las aves.
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