Ninde Molde En Contra del Mar

Justicia para Karla, Meredith, Medelín y Margarita

Escribo esto con el mínimo de esperanza. El 5 de julio las Buscadoras por la Paz encontraron los cuerpos de Karla, Meredith y Medelín, quienes presentaban signos de violencia, pero se encontraban abrazadas; a la orilla de la Carretera 26 Norte en la Comisaría Miguel Alemán, en Hermosillo, Sonora.

Su madre, Margarita de 28 años de edad fue encontrada a un kilómetro de distancia. Su cuerpo también muestra signos de violencia y heridas de bala.

Puedes leer: La criminalización de las personas que viven con VIH en Hidalgo

Las imágenes pixeleadas que andan rondando por las redes me rompieron el corazón y me llenaron de furia, hasta donde nos ha llevado la crueldad humana.

De acuerdo a las autoridades este multifeminicido pudo haber sido cometido por la pareja de Margarita, quien al parecer esta en calidad de detenido.

Este tipo de hechos suceden frecuentemente, ya vivimos algo similar hace unos meses Hidalgo con el feminicidio de Rosaura y el homicidio de su familia; luego el de Laura en Cuautepec.

Las mujeres, las niñas, las adolescentes, las personas que han sido feminizadas enfrentan/mos diariamente un sinfín de violencias, varias terminan con el asesinato, muchas más continúan viviendo los estragos de estos hechos, mientras como sociedad y como Estado no encontramos una solución a este problema.

Es cierto que se han hecho avances, hay leyes, hay políticas públicas, hay presupuestos, se habla hoy mucho más del tema, pero la realidad es que esto es insuficiente porque cuando todo esto lo tienen que ejecutar las personas, ellas quienes representan al estado, siempre fallan.

La apuesta de las autoridades en solo enfocarse en sancionar cuando ya un hecho ya paso, es decir aumentando penas, creando nuevos delitos; solo demuestran su fracaso, su falta de habilidad y creatividad para proponer un profundo cambio cultural que cimbre estas estructuras que permitieron que hoy Karla, Meredith, Medelín y Margarita ya no estén aquí, que sus cuerpos con señales de violencia estuvieran expuestos en una carretera y que hoy nuevamente estemos aterrorizadas, indignadas y furiosas por lo que sucedió.

No es un hecho aislado de la vida personal de un par de personas en la que nadie puede hacer nada, es una falla profunda del estado y de nosotros como parte de la sociedad.

Las organizaciones y colectivas en Sonora ya están haciendo llamados a las autoridades, marchas, pronunciamientos que de nuevo esperamos tengan eco, algo muevan para que esto nunca más vuelva a suceder.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *