El Congreso de Hidalgo aprobó este lunes, con 21 votos a favor y cinco en contra, una reforma federal impulsada por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, que tiene como objetivo prohibir y sancionar actividades relacionadas con el uso de vapeadores, cigarrillos electrónicos y dispositivos similares, así como la producción, distribución y consumo ilícito de fentanilo y otras drogas sintéticas no autorizadas.
La reforma fue respaldada por legisladores de los partidos Morena, Nueva Alianza Hidalgo (Panalh), y un representante del PRD, mientras que la oposición, integrada por PRI, PAN y Movimiento Ciudadano, expresó su rechazo al dictamen durante el debate en el pleno.
Uno de los puntos de mayor controversia fue planteado por el diputado del PRI, Marco Antonio Mendoza Bustamante, quien cuestionó la falta de tiempo para realizar un análisis exhaustivo sobre los impactos de la reforma. El legislador consideró que el Congreso local no tuvo suficiente espacio para revisar a fondo los detalles de la propuesta, un señalamiento que fue respaldado por sus compañeros de bancada.
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La reforma, que forma parte de un proyecto más amplio a nivel nacional, busca fortalecer el derecho humano a la salud, conforme a lo establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El dictamen prohíbe específicamente cualquier actividad comercial o uso relacionado con los cigarrillos electrónicos y los precursores químicos empleados en la fabricación de drogas como el fentanilo, sustancias que, según las autoridades, representan una amenaza para la salud pública y la seguridad nacional.
En particular, la iniciativa apunta a proteger a los jóvenes, identificados como un sector vulnerable al consumo de vapeadores y drogas sintéticas, que se han convertido en un fenómeno creciente entre la población más joven del país.
Además de la prohibición, la reforma establece la obligación de las legislaturas locales y del Congreso de la Unión de armonizar sus leyes con los lineamientos establecidos en un plazo de hasta un año. Esto tiene como objetivo garantizar la implementación de las disposiciones legales necesarias para su cumplimiento en todo el país.
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La presidenta de la Comisión de Salud del Congreso local, quien participó activamente en la discusión, destacó que esta reforma tiene un enfoque preventivo, orientado a reducir los riesgos asociados con las drogas sintéticas y el uso de productos como los vapeadores. Según los legisladores a favor, la reforma será fundamental para proteger la salud colectiva y prevenir posibles daños irreversibles, especialmente entre los jóvenes, al tiempo que fortalece la lucha contra el crimen organizado vinculado a la producción y distribución de estas sustancias.
Con esta reforma, Hidalgo se une a un movimiento nacional que busca generar un marco más estricto en relación con el consumo de productos que suponen un peligro para la población. La reforma, en palabras de sus impulsores, es una herramienta para enfrentar los desafíos de salud pública que atraviesa el país en relación con el aumento del consumo de sustancias ilícitas, como el fentanilo.
A pesar de la división entre los grupos legislativos, la reforma en Hidalgo marca un paso importante hacia el fortalecimiento de la política pública en salud y seguridad, y plantea un reto para las autoridades encargadas de aplicar las nuevas normativas en un plazo cercano.
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