Este fin de semana se concluyó la primera parte de la implementación de la reforma judicial: la inscripción de participantes.
Como ha sido todo este proceso no dejó de estar envuelto en escándalos.
Por un lado, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó que las autoridades que estarán a cargo del proceso no tienen la obligación de garantizar cuotas para personas LGBTIQ+ para acceder a los cargos de juzgadores. Esto implica un gran retroceso en materia electoral, cuando ha quedado claro que, de otra forma, las personas LGBTIQ+ difícilmente podemos acceder a cargos de elección popular, al igual que las personas indígenas, con discapacidad, afrodescendientes, etc. Que este proceso no cuente con estas medidas deja en desventaja a muchas personas que puede ser que tengan las herramientas para poder estar en esos cargos donde se pretende transformar la justicia.
Puedes leer: Otro día naranja
Por otro lado, se evidenció que muchas personas no quieren ser juzgadores de distrito o en lugares donde la violencia ha causado grandes estragos o peor aún, la falta de candidates en puestos penales deja ver que juzgar es una labor compleja que no todas las personas quieren atender si no implica un beneficio personal mayor.
Luego están las múltiples candidaturas de familiares de personas en el poder que dejan aún más claro que las prácticas de nepotismo no acabarán con una elección popular. Y ojo no, dudo que algunes tengan la preparación para los cargos que buscan contender, pero eso no borra del panorama sus orígenes y lo contradictorio que es que esto suceda en un proceso que según busca erradicar la corrupción del Poder Judicial Federal.
Por último, las críticas a las personas juzgadores que decidieron participar en el proceso, enunciando que todas son unas vendidas y corruptas, me parece que nos están haciendo perder el tiempo. Ni todas las personas que se están postulando son unas enajenadas del gobierno ni tampoco quienes han decidido no contender tienen una ética impecable que logrará destruir este sistema.
La realidad es que ya está operando está reforma que hoy en día ya tiene implicaciones en la vida de las personas, el rezago por el paro está haciendo que los procesos tomen el triple de tiempo, lo que significa que hay personas que no han recuperado su libertad, que no tienen acceso a sus bienes, que no reciben sus pensiones, que no logran tener justicia por el despido injustificado, que no logran acceder a servicios de salud.
Que gente con experiencia decida contender a mí me da tranquilidad, porque ese conocimiento no se perderá y quizás podría aminorar los efectos de la reforma en sus vidas. También respeto a quien decide no contender y espero que eso les dé paz.
Pero lo que si no tiene lugar es desear que realmente y buscar hacer cosas para que esto salga mal porque a nosotras, las personas que tenemos más privilegios, la reforma quizás no tendrá efectos catastróficos, pero quienes pagarán todos los platos rotos son las personas más vulnerables.
- Cuautepec: Diana Castelán toma protesta como síndica de Concejo Interino
- Policías de Apan se manifiestan para exigir pago de aguinaldo
- Presupuesto 2025 para Hidalgo será insuficiente por la inflación: diputado
- Cabalgata de Reyes Magos: Procentro pide garantizar que sea en el centro de Pachuca
- Agradece gobernador muestras de afecto; reitera que estado de salud es bueno