El Libramiento de la Muerte

No sólo necesaria, se volvió urgente la intervención del gobierno estatal en la supervisión de la construcción del libramiento Real del Monte – Huasca de Ocampo que a lo largo de sus 9.4 kilómetros está sembrando muerte de obreros y destrucción del medio ambiente a lo que se suma el menosprecio de los directivos de las empresas Vise y Coconal hacia las autoridades estatales y municipales.

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Lo sucedido el 19 de noviembre al caerse la cimbra de una trabe, no encendió luces de alerta en el gobierno estatal, apenas una conferencia de prensa de mala gana de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) solo para confirmar lo que los medios habían informado, después silencio porque se desconoce si ya pagaron las indemnizaciones y sus montos, que al parecer no se han cumplido.

Tampoco se le dio la justa importancia a la muerte del sexto obrero el 15 de diciembre y se trató de hacerlo pasar como un accidente provocado por el operador de una máquina, que “se dio a la fuga” ahora el derrumbe de la estructura para un talud, cobró aún no se precisa si uno o dos fallecidos y a las muertes deben agregarse las dudas sobre como se mitigará el daño ambiental.

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Habitantes aseguran que la devastación es grave y piden una auditoría de la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat) y Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) mientras surgen dudas de la calidad de la obra por los siniestros que se conocen, porque se han registrados derrumbes y caídas de trabes no revelados.

Así las empresas se muestran prepotentes y protegidas desde el gobierno federal, los presidentes municipales guardan silencio y las autoridades estatales “precavidas” sin medir que el costo político electoral puede ser alto, aunque lo importante y urgente es cuidar la vida de los obreros, sin descuidar la de flora y fauna también en peligro.