El reto para los Pueblos Mágicos es elevar su calidad, afirmó Francisco Mayoral Flores, alcalde de Huasca, primer municipio con este nombramiento a nivel nacional.
El presidente municipal señaló que ahora que Hidalgo cuenta con los reflectores por ser la sede de la quinta edición del Tianguis, más allá de pedir recursos, se necesita ir consolidando la marca.
“No se puede degradar, ya son 177 pueblos mágicos y aún no se consolida el primer Pueblo Mágico. También lo tengo que decir, reconocer las faltas que aún tenemos como pueblos mágicos, si seguimos acrecentando el número, pues vamos a decaer en la calidad”, explicó.
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Y aseveró que el gran reto que la Cuarta Transformación tiene es lograr la calidad, para que la marca no se degrade y que los primeros se consoliden.
Recordó que hace 22 años se dio este distintivo al municipio hidalguense y que desde ese momento ha tenido mucho éxito este programa del Gobierno federal, tanto que ha rebasado todos los partidos políticos, “incluso el cambio de régimen con el presidente Andrés Manuel López Obrador”.
Dijo que la permanencia de este distintivo tiene que ver con el respaldo que se les da principalmente a campesinos y trabajadores, para darles la oportunidad de convertirse en empresarios de servicios turísticos y resaltar la grandeza que reside principalmente en el pueblo y en las personas que menos tienen.
Otro punto que consideró fundamental para el gran éxito de este programa es que la permanencia reside en una asociación civil, no depende de ningún nivel de gobierno, sino son los ciudadanos organizados que le dan valor a su cultura, tradición, gastronomía y “ese es el valor que se le da en el extranjero y muchos turistas en nuestro país”.
Expresó que el Reglamento de Pueblos Mágicos dice que deben tener un mercado, donde se demuestre la gastronomía y la artesanía local, y Huasca de Ocampo no lo tiene y, aunque hay muchos argumentos que dieron origen y dan vigencia al distintivo, tendrían que ofrecer opciones distintas y atraer el turismo internacional, de mejor calidad que deje una derrama económica mayor.
“Y no lo estamos haciendo porque seguimos teniendo un desorden en el comercio informal, porque los servicios de energía y servicios de urbanización no están subterráneos, porque seguimos vendiendo fayuca, porque no estamos generando las cadenas de valor en nuestra gente”.
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También precisó que el programa y el reglamento dice que el 30 por ciento de lo que se venda en el municipio tiene que ser creado con las manos de los artesanos o gente de la localidad, por lo cual es necesario capacitar y generar las cadenas de valor y en la actualidad muchos pueblos mágicos han dejado a un lado ese principio.
“Entonces yo creo que el gran reto tiene que ser la calidad, de darle más valor a nuestra cultura, nuestra tradición, a lo nuestro y con ello por supuesto resaltar lo que es nuestro México”, aseveró.
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