Defensa de indígenas mayas ingresa un juicio  de derechos humanos

Alejandro Rosas García, nueva defensa de Carlos Antonio López, joven que actualmente se encuentra preso en el penal de Tulancingo por el delito de violación, informó que presentó “una demanda de juicio de derechos humanos”. 

Tal demanda, que ingresó en la Sala Colegiada del Sistema Acusatorio en el Estado de Hidalgo, deriva de que, de manera ilegal en 2021, Carlos Antonio fue sentenciado a casi 30 años de prisión en un juicio que duró solo tres horas y en el que no se contó con intérpretes, ya que se trata de una familia originaria de Chiapas que habla maya. 

El joven, de 26 años, fue acusado del delito de violación en contra de su hermana en 2020, sin embargo, ella ha dado testimonio de que su familiar no la agredió sexualmente y que las autoridades le hicieron firmar un documento que no leyó cuando en ese entonces era menor de edad.

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Los padres señalaron a La Jornada Hidalgo que Carlos, quien en el momento de ser detenido estaba estudiando la carrera de Derecho en Tulancingo, “todavía no sabe muy bien cómo defenderse, él igual habla maya”. 

“Nadie nos ha apoyado, los licenciados que estaban nos sacaron todo lo que pudieron, nosotros teníamos un terrenito y lo vendimos, porque ellos (los abogados) me dijeron ‘si me das tanto, en 15 días tu hijo ya está caminando en la calle’”, expresó Francisco Antonio Pascual. 

“Le dimos el dinero al abogado, después se desapareció y ya no contestó, por eso buscamos a otro licenciado. Los otros abogados de verdad nos quitaron nada más dinero, nos quitaban de mil, de 2 mil pesos… y mi hijo nunca salió”. 

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Lo anterior, contó el padre de Carlos, quien al igual que su esposa, Angelina López Gregorio, exige que se vuelva a investigar el caso de su hijo y se tome en cuenta que no hay pruebas del delito que se le acusa. 

“No solo afectaron a mi hijo, a nosotros, también afectaron a toda mi familia, mis otros hijos me apoyan a trabajar porque ya no estudiaron porque su hermano está en la cárcel”, comentó afligido el señor Francisco, quien se dedica a los trabajos de albañilería para sostener a su familia. 

“Nosotros pensamos, a lo mejor porque somos pobres, somos gentes indígenas, somos de pueblos marginados, a lo mejor por eso nos hicieron esto, pero ¿por qué?, lo que queremos es que se haga justicia; mi hija fue a atestiguar que no es cierto”, agregó la señora Angelina.