Reducir la informalidad, tarea compleja en Hidalgo: investigador

Reducir la informalidad laboral en cinco por ciento durante los próximos no será fácil, luego de que en las dos últimas décadas Hidalgo se mantiene con una tendencia de estar en el 72 por ciento, señaló el investigador Carlos Mejía Reyes.

Luego de que el Plan Estatal de Desarrollo 2022 – 2028 prevé una reducción de la informalidad laboral en 4.4 por ciento, el académico explicó que esto no sólo significa establecer un mecanismo de atracción de empresas formales o ferias de empleo, también de que las empresas refieran erradicar los empleos precarizados.

Reconoció que es difícil revertir una tendencia de 30 años, pues Hidalgo se mantiene con los más altos indicadores de informalidad, y ante esta situación las denominadas ferias del empleo son un paliativo, pero no la solución señaló el sociólogo especialista en materia laboral.

Quien destacó que se requieren de inversiones directas y indirectas, luego de que se trata de una entidad en donde la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) refiere que más del 50 por ciento de la población económicamente activa no tiene prestaciones laborales.

“En 2021, se identificó que la mitad de la PAE no alcanza a cubrir sus necesidades con el sueldo que percibe, y está pobreza laboral. Tienen que tener con al menos dos empleos para tener lo necesario”, expuso.

Al preguntar si el incremento del salario mínimo es positivo para este sector de los empleados y los informales, Mejía Reyes destacó que esto no la reduce, “no hay forma de que deje de presentarse la pobreza laboral, pues de la mitad de la PAE vive en pobreza laboral y tiene que buscar otra actividad para sobrevivir”.

Y refirió que otra parte de la población tiene trabajo por honorarios y no tienen prestaciones, por lo que no le impacta el supuesto incremento a salarial; además de que quienes están en precariedad laboral y en la informalidad no se les refieren esta condición.

A decir, del investigador en el caso de la capital se concentra el empleo de tipo burocrático, pero no se cuenta con un esquema de servicio profesional, por lo que es sólo a través de la “meritocracia” que se ingresa a laborar a estos espacios, desafortunadamente.