El DIF, gesto humano y esperanzador: Edda Vite 

Para todas y todos, deseo un año de prosperidad 

Rompimos el rígido usted por el tú a petición de Edda Vite, originaria de Huautla, Hidalgo, esposa del gobernador Julio Menchaca desde hace 35 años. Puntualiza que ningún sólo peso será ocupado para otra cosa que no sea la atención a la población más vulnerable. El DIF que estuvo abandonado ahora se ocupa al mil de sus asuntos. 

“Estoy agradecida y contenta por tener la oportunidad de servir a Hidalgo”, admite al señalar que desde que su esposo planteó la posibilidad de gobernar la entidad, ella recibió con entusiasmo la noticia y ahora participa con su experiencia en la psicología. 

Durante la entrevista, realizada en su despacho de las instalaciones del Sistema DIFH, ubicadas en la calle de Salazar, acepta que las puertas están abiertas para los más vulnerables. Y señala que trabaja en equipo con la sociedad civil, las empresas, el Patronato y el presupuesto que incluso no se había utilizado. 

Como todo matrimonio, dice, se mantiene en convivencia con su esposo que tiene 39 años de conocer. “Somos el común de todas las familias. No hay fórmula. Lo único es querer seguir estando juntos”. 

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Blusa blanca y pantalón negro, zapatos cómodos, collar con largas cuendas y cabello ligeramente recogido, habla de su edad y acepta que no la oculta. Explica: “tengo 64 años, es la primera vez que me lo preguntan, pero me gusta decirla. Cada vez que cumplo años soy agradecida”. 

Y de sus hijos: Julio Rafael, como el abuelo, y Edda Carolina. Con risas acepta que “mi esposo y yo nos rompimos la cabeza con los nombres, estamos contentos”. 

Primero atender las casas de la casa 

La prioridad del DIF es atender las casas de asistencia, desde Casa cuna hasta Casa de la tercera edad. Todos son grupos vulnerables y todos requieren el apoyo. Es darles alimentación y servicios, primero en Pachuca, dejar las casas para que funcionen al 200 por ciento, después acudir a las regiones para trabajar con presidentes municipales. 

A la pregunta de cómo encontraron los centros asistenciales, respondió rápidamente: “Abandonados, tanto de los espacios como emocional. Pero nos estamos dando a la tarea de atraer recursos a través del Patronato”. 

Para la Casa de la niña se está definiendo la mejor opción, rehabilitarla, mejorarla. Estamos profesionalizando al DIF, con desarrollo humano, mejor trato, personal calificado para enfrentar situaciones reales. 

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Eso sí, adelanta: “No habrá ningún quinto que se ocupe para otra cosa”. 

Edda Vite acepta que el DIF es la parte humana, que da una esperanza. “Estamos creando un DIF profesional, trabajador, austero, cercano a la gente, comprometido, pido a la vida seguir teniendo salud para cumplir estos seis años de manera total”, dijo sin quitar la vista a la entrevistadora y esbozando una sonrisa. 

El viento helado afuera, una tarde que anuncia un crudo invierno, escucha el comentario de que desde hace 38 años la reportera se entrevistó con cada una de las presidentas del DIF, con excepción de quien lo fuera en la anterior administración. Y sólo dice: “aquí siempre serán bienvenidos”. 

Lo cierto es que… Edda Vite, psicóloga de 64 años de edad, da esperanza para atender a los más vulnerables. 

Twitter@AidaSuarezCH