En la efervescencia magisterial por la renovación del comité de la Sección XV del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) reapareció el depuesto cacique Moisés Jiménez Sánchez para reclamar que no hay piso parejo en el proceso en un acto de amnesia política cuando él impuso después de él a Alejandro Soto Gutiérrez y a Mirna García López, fallando la tercera vez hasta perder su “influencia” aunque en parte tiene razón.
Quien se encargó de alterar el piso, fue el secretario general Luis Enrique Morales Acosta, quien incrustó en la planilla de su secretario de Finanzas a más del medio comité que lo acompañó cinco años que se acostumbraron a no hacer nada durante la pandemia que alargó su mandato, que quieren seguir en el cargo, lo que no les será fácil porque han encontrado el cuestionamiento de la base magisterial.
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Jiménez Sánchez, dijo no intervendrá, aunque los residuos de lo que fue su séquito como Fausto León Vargas, esté sumado al ex dirigente de Nueva Alianza, Juan José Luna Mejía, porque ya no tiene la convocatoria para disputar la dirigencia seccional, que tuvo más de una década bajo su control, cuyas secuelas es el proceso que le siguen a Mirna García por el desvió de recursos y por el que está prófuga.
Así que la competencia se centra entre el candidato oficialista Julio Mayorga y el candidato de la corriente institucional Said Vargas Sáenz que logró reunir diferentes expresiones y grupos emergentes que rechazan el proyecto corporativo impulsado por el secretario saliente de repetir a más de la mitad de quienes ocuparon los últimos años una cartera.
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Las gotas que derramaron el vaso del malestar de amplios sectores del magisterio es que por lo menos dos personajes Eduardo Ruiz y Víctor Trejo Carpio, “heredaron” sus posiciones en la planilla de Julio Mayorga a sus respectivos hijos, cuando la posibilidad de dejar una plaza trabajada a un familiar fue cancelada hace varios años para darle transparencia a estos procesos.
Como sea será la primera vez que la elección del comité de la Sección XV del SNTE se hará por los 58 mil trabajadores de la educación a través del sufragio directo y secreto en 247 centros de votación.