Sin ser denominado pueblo mágico, Omitlán, Hidalgo resulta una opción para pasar un fin de semana disfrutando de gastronomía local, paseos tranquilos por sus calles y un clima que, en esta temporada, resulta ideal para una escapada.
A 25 kilómetros de Pachuca, lo que representa apenas media hora de camino en automóvil, se encuentra este municipio que poco a poco busca posicionarse en el gusto popular de quienes visitan el corredor de la montaña.
Aunque la mayor parte de los visitantes llega a Real del Monte, Mineral del Chico o Huasca de Ocampo, Omitlán compite por el turismo que busca espacios menos concurridos para pasar momentos en familia o con amigos.
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Con oferta de hospedaje, comida y entretenimiento, Omitlán se enriquece también con la reciente instalación del vitromural, 168 escalones y una barda que cuenta leyendas que dan identidad al pueblo y que se han popularizado gracias a la tradición oral.
En poco más de ocho meses, el artista Christian Montaño creó el mural de azulejos, losetas y porcelanatos que ahora atrae a visitantes que, además, pueden recorrer un pasaje con una pintura mural que rinde tributo a uno de sus más conocidos personajes: Doña Chuy, propietaria de un local de comida ubicado en el mercado local que le ha valido al municipio el título de “Pueblo con sabor”.
Atendido por ella misma, este lugar ofrece, a precios muy accesibles, comida casera y quesadillas de diversos guisados, salsas picantes especiales, tortillas azules, sopas e incluso pan casero que los visitantes acuden a comprar para desfrutar en casa.
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El espacio, que poco a poco se ha ampliado, tiene incluso filas en sábados y domingos, en espera de poder degustar quesadillas de temporada que pueden ser de hongos diversos, flores de madroño, garambullo o palma, así como las tradicionales de queso o guisados como chicharrón o bistec.
Para pasar momentos emocionantes, también se puede asistir a los encuentros del rey de los deportes en el estado de béisbol de esta localidad, en los cuales niños, jóvenes y adultos muestran su pasión por esta disciplina, muy arraigada en el municipio.
Omitlán de Juárez, además, es fácil de ubicar por la llamada Piedra del Comal, una roca que, a orillas de carretera, es objeto de numerosas leyendas sobre su origen y que el año pasado fue provista de iluminación para destacar aún más la identidad de este poblado.
Esta emblemática piedra anuncia que has llegado a Omitlán, el espacio perfecto para un fin de semana divertido, tranquilo y lleno de sabor.
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