Encontradas opiniones por la presencia del ómicron, con su cauda de miles de contagiados, menos letales que el Covid.
En Hidalgo, el secretario de Salud, Alejandro Efraín Benítez, anticipó que a finales de enero aumentarán casos positivos de Covid-19, pero después, habrá descenso y para marzo estaremos fuera de la cuarta ola.
Especialistas en la Universidad de Harvard y el Hospital general de Massachusetts, coincidieron que en un mes iniciaría la caída, y que ómicron afecta a vías respiratoria superiores sin inflamar pulmones,
A su vez Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló que la pandemia está lejos de haber terminado.
“Ómicron provoca hospitalizaciones y decesos. Casos de menor riesgo desbordan centros de salud”.
Ante esto, sobresale una valedera conclusión: nos compete preservar medidas de prevención en nuestra conducta.
Leona Vicario, heroína
Excelente, Ángeles González Gamio, cronista del Centro Histórico de la Ciudad de México, presenta en relato novelado, a Leona Vicario, heroína de la Independencia nacional.
Se sustenta con entrevistas por supuesto personaje de un diario de Boston.
Así nace Las Batallas de Leona, de Editorial MAPorrúa, primera edición junio de 2021.
El misterioso cuestionador cita:
“Aceptó platicarme de su vida cuando le mostré la entrevista con Josefa Ortiz de Domínguez, comprobé que había cierta rivalidad, aunque disimulada por ambas”
Establece diferencias: “Doña Josefa –carácter adusto- más pasión que razón; doña Leona, trato más suave, culta y sonrisa fácil, aunque al tratar de convicciones y principios se vuelve auténtica leona”.
Visitó a doña Leona “en una bella casona que fue parte de la restitución de los bienes que le habían confiscado cuando se involucró en la gesta insurgente”.
Alude al esposo: “…por las tardes, de regreso, don Andrés –Quintana Roo- suele detenerse en la biscochería y se surte de productos”. “Todo esto lo disfrutamos”.
Huérfana a los 17 años, insistió en vivir sola. Su tío y tutor, Agustín Pomposo cedió.
Vicario nació en la capital de la Nueva España el 10 de abril de 1789. Bautizada a los cinco días, la llamaron María de la Soledad Leona Camila Vicario Sus padres fueron Gaspar Martín Vicario, español, y Camila Fernández de San Salvador y Montiel, criolla originaria de la ciudad del Señor San José de Toluca.
Inteligencia y belleza de Leona atrajeron a pretendientes. El guanajuatense Octavio Obregón la conquistó, aunque no se casaron.
La empatía fue con el yucateco Andrés Quintana Roo, a la postre su esposo. Ignacio López Rayón apadrinó.
Objeto de una traición estuvo en el Colegio de Belén “en calidad de reclusa forzada”. Tres coroneles insurgentes la ayudaron a evadirse
Quintana Roo se unió a José María Morelos y Pavón, posteriormente fusilado en Ecatepec. Antes, enterado de que doña Leona tenía problemas financieros le asignó 500 pesos mensuales.
Vivió difíciles años de la insurgencia, muchas veces a salto de mata, pero nunca se dio por vencida.
Los episodios significativos de su existencia los describe con fidelidad y apego González Gamio, quien, anota de su final:
“Ayer -17 de septiembre de 1842- recibí una carta de Genoveva –hija mayor de doña Leona-, participándome el fallecimiento de su madre, a causa de una infección intestinal, el 21 de agosto. Tenía 53 años”.
El libro es una síntesis de lo que tanto significó Leona Vicario.
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