Desde el 27 de agosto de 2012 contamos con una Ley de Salvaguarda del Ejercicio Profesional del Periodismo que es letra muerta, han transcurrido 11 años y dos gobiernos y no se ha querido reglamentar a pesar de que en su momento fue considerada la más avanzada del país en materia de protección a periodistas y hoy, lo que no había sucedido en años en Hidalgo, se han presentado en menos de 30 días cuatro agresiones a reporteros.
Aprobada por 29 de 30 diputados de la 61 Legislatura al Congreso del Estado de Hidalgo esta iniciativa presentada por el legislador Onésimo Serrano González, que fue sucedida por foros y mesas de discusión, donde se contó con la asesoría de los periodistas Rogelio Hernández López y Andrés Solís, en teoría generaría condiciones para el desarrollo de esta actividad.
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Con todo y ley este clima de violencia empieza a asolar a Hidalgo, así en las últimas semanas cuatro reporteros: Miguel Ángel Martínez quien fue golpeado y robado por policías municipales de Tula de Allende; Rubén Juárez amenazado por el presidente municipal de Huejutla de Reyes, Daniel Andrade Zurutuza; Hugo César Martínez amenazado por la diputada federal Sandra Simey Olvera.
Ahora, Roberto Bravo, quien había sido amenazado, fue golpeado por dos sujetos que parecían policías vestidos de civil, pero que calzaban botas de las que utilizan los cuerpos de seguridad; después de la agresión señaló como probable responsable de ordenar la agresión a la presidenta municipal de Ixmiquilpan, Araceli Beltrán Contreras y al ex candidato a diputado local, Vicente Charrez Pedraza.
Todos, pero en especial este último caso, se debe investigar a fondo y esclarecerlo, para que no se vuelva una constante esta clase de agresiones, particularmente en Ixmiquilpan donde la inseguridad sigue creciendo, con ejecutados y un gobierno que no está cumpliendo las expectativas al seguir manteniendo por encima de la población los intereses de los hermanos Charrez Pedraza.
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Esperemos que el diputado local por Huejutla Fortunato González Islas vuelva a levantar la voz como lo hizo contra el alcalde Daniel Andrade, en las otras tres agresiones, en particular donde están involucrados sus correligionarios de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena): la diputada federal Simey Olvera y la presidenta de Ixmiquilpan Araceli Beltrán y que a él se sumen otros diputados y que las autoridades actúen en consecuencia.
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