¿Y los ocho millones?

Durante la administración del ahora ex alcalde Sergio Baños Rubio, se aprobó un presupuesto de ocho millones de pesos para la elaboración de un proyecto de remozamiento de la plaza Independencia, que tiene como principal símbolo representativo de la ciudad de Pachuca, al reloj monumental, pero hasta ahora no se conoce el destino que tuvo ese recurso y menos todavía el contenido del estudio, si es que éste se elaboró.

A finales del diciembre pasado, los integrantes del Comité para la Conservación y Preservación del Centro Histórico, que incluye a la plaza Independencia y calles circundantes, emitieron un comunicado para manifestar su preocupación por el temor de que los ocho millones hayan ido a parar a los bolsillos de las autoridades municipales, sin que hasta ahora se haya hecho una investigación al respecto.

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Cuentan que:

“Tenemos conocimiento de un estudio realizado para la intervención de la plaza, cuyo costo fue de ocho millones de pesos. Dicho estudio debió entregarse en febrero del 2024, pero no ha sido presentado públicamente ni se ha comunicado su contenido. Esto ha generado incertidumbre sobre las decisiones tomadas, que incluyen propuestas como la construcción de un segundo nivel en el estacionamiento.

También cuestionan las decisiones recientes de habilitar la plancha de concreto de la plaza, para colocar una pista de patinaje, generando un mal aspecto al sitio “sucio y desordenado”, que afecta la estética de la plaza y si bien por la noche las luces mejoran su apariencia, no compensan los inconvenientes generados.

Además, advierten que la decoración navideña alrededor del reloj monumental, construido entre 195 y 1910 e inaugurado el 15 de septiembre del 1910, podría dañar la cantera de Tezoantla de la torre de 40 metros de altura.

“Aunque se utilicen métodos de adherencia para montar la iluminación, estos pueden alterar la pátina natural del material si permanecen demasiado tiempo”, dicen en su escrito.

Y solicitan: priorizar la restauración del reloj monumental como elemento emblemático de la ciudad; evitar intervenciones improvisadas en la plaza Independencia y promover proyectos que respeten su valor histórico y cultural; garantizar la transparencia en los estudios y proyectos relacionados con la plaza promoviendo el diálogo integrando a ciudadanos, instituciones académicas y especialistas.

Y, por último, fomentar una mejor planeación para cualquier evento o infraestructura temporal que respete el entorno patrimonial y la funcionalidad urbana.


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