Vete a la primera 

En Facebook después del feminicidio de una profesora de preescolar que fue asesinada presuntamente por su esposo con el que tenía cuatro meses de casada comenzó a circular en esa misma red un escrito denominado Siempre vete a la primera y enumera una serie de situaciones por las cuales las mujeres “deberían” irse de relaciones violentas, por ejemplo: cuando no te deje realizar tus sueños, cuando te minimice, cuando le pegué a la pared en una discusión y así un largo, etcétera. Desde el feminismo, desde hace mucho tiempo se han realizado folletos, uno particularmente denominado el violentómetro que va describiendo las acciones de la(s) violencia(s) contra las mujeres para alertarlas sobre estos actos, pero también quienes hacemos acompañamiento a las mujeres en estas situaciones hemos aprendido  que cada mujer tiene su propio proceso, que  existen condiciones de las que la mayoría de las veces no les permiten irse a la primera de una relación violenta, que incluso  “perdonan”  en múltiples ocasiones al agresor lo cual  ocasiona alejamiento de familiares y amigas/os, que también es un indicador de la violencia porque va alejándolas de sus redes de apoyo  para que el hombre pueda seguir ejerciendo la(s) violencia(s) que además generalmente va en escalada, el acompañamiento es tomar en cuenta sus decisiones y circunstancias.  

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Uno de las peticiones más recurrentes  en las marchas, las redes sociales, los medios de comunicación es la justicia para las mujeres, el INEGI publicó la Encuesta sobre la Dinámica al interior de los Hogares 2021 (ENDIREH) la cual se hace desde el 2003, esta encuesta brinda información sobre los diferentes tipos de violencias que experimentan las mujeres, se realiza cada cinco años,  a la  que además se le van agregando preguntas para recabar más datos, este año se preguntó por la violencia obstétrica y además de episodios de violencia(s)  vividos antes de los 15 años en esta franja de edad arrojó el  aumento del porcentaje de quienes han vivido violencia sexual o física en un 3% en la infancia.  

Otro de los datos que menciona la ENDIREH son las situaciones que han tenido a lo largo de su vida y en el último año, en el caso de las hidalguenses el 20.3% mencionó que ha vivido violencia sexual y 37.1% física estos últimos doce meses.  Y va de nuevo, lo que he venido diciendo reiteradamente en esta columna y en espacios donde habló del tema ¿Qué hacen los gobiernos municipales y estatales para prevenir la(s) violencia(s)? Les toca como menciona la Ley General de Acceso a una vida libre de violencia, toca al estado porque además es el segundo delito, (porque sí efectivamente es un delito) más cometido en Hidalgo. 

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Es una oportunidad para el gobierno entrante y obviamente los municipales para retomar este tema, por supuesto, importa el robo de huachicol, el de autos, pero también importa la vida de las mujeres y que con estos datos de la ENDIREH  debe comenzar a diseñarse política pública de prevención.  

Necesitamos que los hombres empiecen a relacionarse de otra manera con las mujeres, que en las instituciones haya justicia, que la oposición partidista no use los datos para el golpeteo político sino para que se construyan soluciones reales que mejore la vida de las mujeres, en el que por supuesto firmemente creo que no incluye la militarización del país que hay otras alternativas puestas sobre la mesa, que no haya oído sordos a las denuncias, que no es acabar con la carrera de los agresores sino comenzar por hacer justicia a las mujeres,  que un día podamos decir que esos datos disminuyeron y que nadie tenga que irse a la primera y que dejen de existir hashtag exigiendo justicia ante un feminicidio que pudo haberse prevenido.