La variante ómicron del coronavirus que surgió a finales de 2021 es la predominante desde entonces y aunque han surgido nuevas subvariantes cada dos meses, aproximadamente, hasta la más reciente, EG.5, con mayor capacidad de transmisión que las anteriores, no existe evidencia de que vaya a provocar casos graves y muertes, afirmó Arturo Galindo Fraga, subdirector de Epidemiología Hospitalaria y Control de Calidad de la Atención del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).
Comentó que EG.5 ya circula en Asia, Europa y probablemente también en México. El reto ahora está en que por el efecto de la vacunación y haber tenido covid-19, la presentación de la enfermedad cambió, las personas “ya no somos las mismas de 2020”. Los síntomas de Covid-19 también cambiaron y actualmente son más parecidos a los provocados por influenza, neumococo o la gripe común.
Por eso, recomendó el especialista, ante manifestaciones como tos, fiebre, escurrimiento nasal, las personas deben aislarse de 3 a 5 días para evitar los contagios, sobre todo a personas con riesgo de complicaciones graves que pueden presentar por otros virus respiratorios como los mencionados.
En entrevista, Galindo Fraga explicó que el virus SARS-CoV-2 ya se considera endémico, aunque no hay una cepa definitiva ni un patrón establecido de comportamiento porque siguen surgiendo nuevas de manera periódica. Lo que es un hecho es que este coronavirus sigue circulando y cada nueva subvariante tiene mayor capacidad de evadir la respuesta del sistema de defensas del organismo. Por eso sigue habiendo casos de la enfermedad.
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Sobre las pruebas de detección del coronavirus, el especialista consideró que debido a que la mayoría de las personas ya tienen alguna protección contra las formas graves de la infección, los estudios podrían reservarse para los grupos de riesgo: adultos mayores, individuos con comorbilidades crónicas descontroladas y aquellas cuyo sistema de defensa está disminuido por algún padecimiento autoinmune.
El resto de la población en quienes la infección no tendrá un impacto mayor, incluidas aquellas que hasta ahora no han tenido covid-19, pero tienen sus esquemas de vacunación completos, ante la presencia de síntomas deben tomar medidas de cuidado como el aislamiento, ventilar la habitación donde se encuentren, descansar, alimentarse bien y mantenerse hidratados. En cuanto a medicamentos sólo requieren algún analgésico y otro para bajar la fiebre y nada más.
Para personas con mayor susceptibilidad a presentar cuadros graves, así como aquellas que decidieron no aplicarse las vacunas contra el coronavirus, Galindo Fraga recordó que además de realizarse las pruebas de detección, en México están disponibles medicamentos antivirales para control de covid-19 e influenza, los cuales se deben utilizar en los primeros días de aparición de los síntomas para frenar la actividad de los virus.
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Aunque han transcurrido casi cuatro años desde la aparición del virus SARS-CoV-2, el especialista resaltó que en términos biológicos todavía es poco tiempo. Comentó que la influenza de 1918, considerada la gran pandemia, se mantuvo activa alrededor de tres años y pasó más tiempo antes de que estableciera un patrón de comportamiento.
El virus SARS-CoV-2 es diferente. “Nos enfrentamos a manifestaciones que no se habían visto antes con otra enfermedad”, además de que hay síntomas del conocido como covid prolongado, en dos tercios de las personas que tuvieron cuadros graves y en una tercera parte de quienes presentaron infección leve o moderada.
Aunque la mayoría de los casos de covid prolongado se resuelven en el transcurso de 12 meses, existe un porcentaje que persiste con manifestaciones como la falta de control de la presión arterial, alrededor de 20 por ciento desarrolló diabetes, y en los meses posteriores también se ha observado una mayor prevalencia de afecciones gastrointestinales, cardiovasculares y neurológicas.
Galindo Fraga señaló que a los científicos les “ha costado bastante trabajo entender” el fenómeno y a la fecha no se ha comprendido el mecanismo que las desencadena. Las investigaciones al respecto continúan en el mundo.
Por Ángeles Cruz Martínez
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