Alejandro Gálvez

Vacunas y elecciones, el doble discurso

Imagínese la siguiente escena: Una persona se está ahogando en una alberca, su desesperación es equiparable a los manotazos que da sobre el agua y que son vistos por un salvavidas, quien de inmediato busca un flotador para evitar la inminente tragedia. Advierte al dueño de la alberca sobre la situación y pide su apoyo, pero éste se niega a prestar su flotador, argumenta que, si alguien se vestirá de héroe ese día, será él, nadie más, pero cuando él decida.

Pues algo parecido pasa en México, miles de personas están enfermando, muriendo diariamente en hospitales, y muchos más dentro de sus domicilios, arrumbados en algún rincón porque no encontraron espacio disponible en ninguna clínica, ni pública ni privada.

Mientras la muerte se pasea de un lado a otro en plena pandemia, nuestros políticos están más preocupados por llevarse el crédito de “héroes” que realmente por cumplir con su tarea, quizá por ello, desde diciembre el gobierno federal en voz del subsecretario Hugo López Gatell lanzó una advertencia a los gobernadores para que ni se les ocurriera comprar por separado vacunas contra el Covid 19.

“En tiempos electorales algunos solo buscan alguna identidad o liderazgos políticos (sic)”, soltó Gatell a manera de justificación, seguido del argumento de que la Ley General de Salud en su título octavo artículos 135 y 144 sobre previsión y control de enfermedades establece “que son facultades del gobierno federal y de la Secretaría de Salud, organizar las medidas de prevención y control con colaboración de las autoridades estatales”, menciona una nota del diario El Financiero fechada el pasado 11 de diciembre.

A esto podemos agregarle la negativa del gobierno federal para que la iniciativa privada participe en esta estrategia y se facilite y multiplique el número de personas que reciban la inyección.  

Países como Rusia, al 10 de diciembre del 2020 con su Sputnik V, se convirtió en el primer país en inmunizar masivamente a su población con una vacuna aprobada por sus autoridades. La campaña comenzó en Moscú y, según el Kremlin, son miles las personas que han recibido la primera dosis; la segunda será aplicada 21 días después.

En nuestro país, de acuerdo con el calendario anunciado por las autoridades, sería hasta marzo de 2022 cuando podríamos estar vacunados todos los mexicanos, es decir, todavía faltaría más de un año para regresar a nuestra vida normal y reiniciar una paulatina reactivación económica.

Hace unas semanas, a México llegaron las primeras dosis y comenzó la vacunación de nuestros médicos y enfermeras de primera línea, pero también de aquellos que han abusado de su posición política y económica para obtener la vacuna, aún y con la cantaleta del gobierno de que todo se hace mediante un procedimiento legal.

Tan politizado está el tema, que el Sistema Nacional de Salud (aún con toda la experiencia demostrada), fue desplazado y en su lugar enviarán a los servidores de la nación, funcionarios de la Secretaría del Bienestar y las Fuerzas Armadas, quienes están siendo capacitados para aplicar la vacuna en territorio mexicano, precisamente en la antesala de una elección donde Morena se juega la mayoría en la Cámara de Diputados

En su columna Política Zoom del pasado 14 de enero, el escritor y periodista Ricardo Raphael se refirió precisamente a la vacunación y sus tintes electoreros, al citar que por un lado, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido que la estrategia de vacunación contra el Covid 19 de ninguna manera será utilizada para fines electorales, pero por otro lado, designó como principal estratega de la vacunación a Gabriel García Hernández, actual coordinador general de Programas para el Desarrollo y quien ha sido el principal operador electoral y político del tabasqueño

Twitter: @AlexGalvezQ   


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