Comunicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía: “En el tercer trimestre de 2025 y con cifras ajustadas por estacionalidad (1), los resultados de la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto Trimestral (EOPIBT) indican que el PIB cayó 0.3% en términos reales, respecto al trimestre inmediato anterior. A la tasa anual, la estimación oportuna presentó una reducción de 0.3 por ciento.”
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La nota señalada con el número 1 dice: “La mayoría de las series económicas se ve afectada por factores estacionales y de calendario. El ajuste de los datos por dichos factores permite obtener las cifras desestabilizadas. La tendencia-ciclo es la combinación de los componentes de tendencia y ciclo. La tendencia se refiere a la evolución de largo plazo de la serie de tiempo, y el ciclo, a las desviaciones alrededor de la tendencia. Así, el análisis de las series ajustadas ayuda a realizar un mejor diagnóstico de la evolución de las variables.”
Si usted se adentra en el conocimiento del tema, por razones profesionales, de interés laboral, personal, por su actividad económica, o simplemente por curiosidad, el solo aviso de la caída del PIB lo llevará adentrarse en la información, puede consultar la opinión de personas expertas, o revisar las notas de los medios especializados en temas económicos; también quedarse con la información noticiosa, quizá le sea suficiente, a riesgo de ser tendenciosa.
Allí la narrativa le será accesible: “El producto interno bruto cayó 0.3 por ciento en el trimestre con respecto a los tres meses anteriores. El principal lastre para la economía fue la caída anual del 2.9 por ciento en el sector industrial, que incluye la minería, la construcción y la manufactura, en un momento en que México enfrenta dificultades para atraer nuevas inversiones, tanto nacionales como extranjeras, debido a la incertidumbre comercial.” (El Financiero, 30/X/25).
El INEGI es un órgano técnico del Estado, sin responsabilidad ejecutiva en la conducción de la economía nacional, la explicación corre a cargo del gobierno de la República. En su comunicado 52, la Secretaría de Hacienda dijo, medularmente, al respecto: “Durante el tercer trimestre de 2025, el nivel de actividad económica retrocedió respecto del trimestre previo, en un contexto de incertidumbre comercial y cautela por parte de empresas y hogares. No obstante, el país mantiene fundamentos macroeconómicos sólidos, estabilidad de precios y un mercado laboral con baja tasa de desempleo.”
El resumen ejecutivo explicó: “En el tercer trimestre, la economía global moderó su ritmo de crecimiento respecto al periodo previo, en un entorno de incertidumbre acumulada y volatilidad financiera. En este contexto, la economía mexicana registró una disminución trimestral de 0.3%, con cifras ajustadas por estacionalidad, debido a la menor actividad en sectores más expuestos a las nuevas políticas comerciales, así como a disrupciones de oferta asociadas a lluvias y bloqueos que afectaron los servicios de transporte y alojamiento.”
Si usted entendió, enhorabuena; de otra suerte los mensajes le dejarán en duda o, lo más preocupante, provocarán su desinterés sobre el futuro inmediato, el suyo y el de su familia. El tema es el derecho a comprender la explicación gubernamental, es decir, conocer con claridad el estado de cosas, determinante para nuestro futuro, en este caso el económico.
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Por eso la intención de la pregunta del título, importa, y la respuesta más. El ejemplo utilizado no es lejano, afecta al país, a usted, a mí, a nuestras familias. De ahí la importancia de impulsar el reconocimiento del derecho a comprender y, en consecuencia, la obligación de la claridad en el mensaje del poder, el público y el privado.
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