La señora March (Lumen), primera novela de la española Virginia Feito, cayó con el pie derecho en el mundo editorial, tanto que se fragua el guion de una película.
Es un libro en el cual el personaje principal es una mujer sumamente desagradable, la señora March resulta insufrible.
Tiene un marido escritor que la toma como modelo, pero ella no lo sabe hasta que una vecina se lo cuenta.
Así es, la señora March es la protagonista del mayor éxito literario de su esposo, una prostituta mayor, gorda y grasienta, una mujer a quien los clientes pagan sus servicios sin utilizarlos, por piedad y por asco.
Ante esta nada agradable sorpresa su cordura se viene abajo.
“Es que ahora está pasando mucho que la villana sea una mujer hermosa y creo va en contra del feminismo. Las mujeres somos humanas y por eso hay locas, buenas y malas. Tenemos capas y grises.
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“Las villanas suelen ser o guapas o una caricatura de la madrastra fea, malísima y con una sola dimensión. Eso es peligroso. Pero tampoco podemos escapar de la inevitable presión que vivimos las mujeres en esta sociedad, a las que yo suscribo. Eso no hay que obviarlo”, dice la escritora en entrevista vía telefónica para La Jornada Hidalgo.
Insegura, celosa, maniática, así es la señora March, y tras recibir esta comparación entra en un manojo de sospechas y miedos, acecha conversaciones en las que cree que se habla de ella, todo lo que escucha cree que se ríen de ella.
Desquiciada, busca pruebas de la traición de su marido, que ha expuesto su interior a la voracidad de los lectores. Ha corrido a leer el libro y se ha encontrado con una descripción que se le ajusta perfectamente, pero también a cualquiera, y ha encontrado su nombre entre los agradecimientos como eterna fuente de inspiración del esposo.
“Me hace mucha ilusión que el libro se venda tanto. Yo lo que más quiero en esta vida es poder seguir escribiendo. No sabía muy bien cómo iba a ser acogido el libro en español. Y está siendo una bienvenida de sueño. Parece que está teniendo mucho éxito, pero luego igual no es para tanto”, explica Feito sobre su obra, la cual primero se publicó en inglés y tiempo después en español.
La pregunta obligada, ¿en quién se inspiró para crear a una mujer de las características de la señora March? De ahí, Virginia platica algunos datos y revela que hay tintes de ella en el ADN de doña March.
“Al crear este personaje ayuda que yo soy así, una persona muy contradictoria, muy obsesiva y que vivo angustiada todo el rato. Todo lo que hago es una constante preocupación.
“A lo mejor quería vengarme para que se entienda lo que es vivir en una cabeza así, que es bastante agotador. En cuanto a si podría ser ella, podría serlo perfectamente. De hecho, creo que hay elementos que se han metido en la señora March que son más españoles y los estadounidenses los han traducido como que son de otra época. Así, sin querer, se me mezclaron elementos de aquí y de allá”, expresa.
La inspiración en los escritores llega de diversas maneras, cada uno tiene sus métodos para comenzar un texto y Virginia recuerda cómo llega a ella esta idea de su exitosa novela y lo mejor es que es la primera.
“Yo estaba trabajando entonces en publicidad. Todas las navidades escucho el Cascanueces de Chaikovski. Siempre escucho música, es como me gusta más escribir, como si fuera la banda sonora de lo que hago.
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“Entonces se me ocurrió la de una mujer andando por la calle, vestida con pieles, con bolsito, con un moño y me pareció interesante como icono, con un abrigo como los de Gwyneth Paltrow en ‘The Royal Tenenbaums’. Ella me vino ya hecha, como dicen los escritores”.
La señora March es un libro con pinceladas de terror, misterio. La señora March busca todo aquello que pueda ligarla a Johanna.
Del libro Rebecca, la obra de su esposo, surgen preguntas: ¿Es verdad que ella es el modelo en que se inspiró su marido? ¿Cómo él no se da cuenta de que su esposa se está volviendo loca? Y, además, ¿puede ser el autor del asesinato del que todo el mundo habla? ¿Quién de los dos miente?
Confiesa que sus fuentes de inspiración tienden a ser oscuras y desagradables. Todas las historias cortas de la escritora Shirley Jackson, a las que hace guiños La señora March.
“Son historias de mujeres en el día a día, pero que encuentran momentos de angustia: ir al dentista, coger un taxi, subir a un autobús. Me fascinó el terror que puedes encontrar en el día a día y me encantaba que pudiera empatizar el lector, hacerle ver que la vida puede ser aterradora”, comenta la española.
“Respecto a la protagonista, sí provoca antipatía porque es egoísta, envidiosa y cuesta mucho justificar. Se guía por sus peores instintos. Todo se le da mal y está en competición con todas las mujeres de su vida”.
Para reflejar al famoso escritor, Feito asegura que se llenó de todo tipo de lectoras y también hombres.
“Como mi marido, que estaba muy indignado con él porque dice que es horrible. Yo pensaba secretamente que era muy encantador, pero me ha llegado gente que está muy muy enfadada con él”.
Elisabeth Moss, actriz y directora estadounidense, ha adquirido los derechos para realizar la película, una experiencia que a Virginia la tiene al borde de la locura por la alegría.
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