Desde su llegada al cargo en octubre del 2017, han pasado dos legislaturas locales y en ambas se han escuchado voces que cuestionan su grisáceo desempeño, porque poco o nada se sabe del trabajo que ha realizado a lo largo de poco más de tres años.
Nos referimos al Fiscal Especializado en Delitos contra la Corrupción, Ricardo César González Baños, quien lleva más de tres años nadando de muertito y capoteando los casos que llegan a su escritorio.
Hace unos días, la diputada Jajaira Aceves Calva solicitó que el Fiscal compareciera en el Congreso local para informar sobre las 47 carpetas de investigación iniciadas contra el mismo número de alcaldías, de las cuales, solo una pudo judicializarse y 42 aún están en integración.
La exigencia de rendición de cuentas para González Baños no es nueva. Un par de años atrás en la pasada legislatura local, cuando apenas cumplía seis meses en el cargo, la fracción del PAN en el Congreso local también lo llamó a cuentas, al considerar que el tamaño de su responsabilidad contrastaba con lo intrascendente de su labor, lo cual, paradójicamente “fomentaba la corrupción”, según la percepción de los panistas.
González Baños es el primer Fiscal Anticorrupción de Hidalgo, pero desde su designacion, los entonces diputados del PRD y Morena que votaron (en contra de su designación), fueron alertados de un antecedente que ponía en evidencia al futuro Fiscal.
En el 2012, siendo director del Instituto de Profesionalización del Poder Judicial, su firma apareció en las constancias de supuestos cursos en derecho electoral que le fueron entregadas a dos aspirantes a consejeras del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH).
Lo curioso del caso, es que dichos cursos nunca se realizaron, es decir, el entonces servidor público del Poder Judicial solo prestó su firma para rubricar un documento que acreditaba un curso inexistente, solo para que ambas aspirantes, (una de ellas hija de un reconocido notario pachuqueño), pudieran cumplir con el requisito que exigía el órgano electoral, situación que derivó en un juicio ciudadano radicado en el expediente SUP-JDC-3151/2012.
Los mismos que notaron ese pequeño detalle en la trayectoria de González, son los mismos que ahora le exigen rendición de cuentas, porque el Congreso local está muy lejos de asumir su papel de vigilante del Fiscal Anticorrupción, se muestra blando, condescendiente, en detrimento del llamado combate a la corrupción que hoy en día se ha convertido en tema obligado de agenda para los mandatrios.
Hidalgo cuenta con su propia Fiscalía Anticorrupción, hoy, pareciera que solo le falta un fiscal.
@AlexGalvezQ
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