La reciente y trágica pérdida de Jesús Ociel Baena, Magistrade del Tribunal Electoral de Aguascalientes, ha conmocionado a muchas personas, y con razón. Su partida no es solo el fin de una vida, sino también un recordatorio doloroso de los desafíos que enfrenta la comunidad LGBTIQ+ en México y en todo el mundo. Este acontecimiento nos obliga a reflexionar sobre la necesidad urgente de fomentar una sociedad más inclusiva y tolerante.
Los crímenes de odio contra la comunidad LGBTIQ+ son una realidad lacerante en nuestro país. Cada acto de violencia, cada discriminación y cada vida perdida son una llamada de atención sobre la importancia de impulsar políticas públicas que promuevan la inclusión y la tolerancia en todos los sectores de la sociedad.
Desde la política, tenemos la responsabilidad y el poder de ser agentes de cambio. Las acciones afirmativas en cargos de elección popular son un paso crucial en este camino. Hoy, vemos cómo diversos sectores de la sociedad, antes marginados, están representados en espacios de toma de decisiones, siendo nuestro movimiento pionero en dar voz y voto a estos. Ahí están los ejemplos de Salma Luevano y Maria Clemente con quien tuve oportunidad de aprender y conocer acerca del tema. La juventud, los pueblos indígenas, la comunidad LGBTIQ+, las personas con discapacidad, entre otros, no solo tienen voz, sino que están en posición de influir y generar cambios significativos.
Sin embargo, la representación es solo un aspecto de un desafío mucho más amplio. La inclusión y la tolerancia van más allá de ocupar un cargo; se trata de transformar nuestras instituciones y nuestra cultura para que reflejen y celebren la diversidad de nuestra sociedad.
Para avanzar hacia una convivencia armónica y respetuosa, veo necesaria una serie de medidas:
1. **Educación para la Tolerancia**: Continuar implementando programas educativos desde la infancia que promuevan la diversidad y la inclusión, y que preparen a las futuras generaciones para vivir en una sociedad diversa.
2. **Capacitación en el Sector Público**: Promover programas de capacitación para funcionarios públicos en temas de diversidad, inclusión y no discriminación.
3. **Protección y Justicia**: Fortalecer las leyes y mecanismos de protección para las víctimas de crímenes de odio, asegurando que estos actos no queden impunes.
4. **Diálogo y Participación Ciudadana**: Crear espacios de diálogo entre diferentes sectores de la sociedad, incluyendo a grupos históricamente marginados, para fomentar el entendimiento mutuo y el respeto.
5. **Visibilidad en los Medios de Comunicación**: Promover una representación equitativa y respetuosa de todos los sectores de la sociedad en los medios de comunicación.
6. **Apoyo a Iniciativas Comunitarias**: Incentivar y apoyar proyectos y organizaciones que trabajan por la inclusión y los derechos de los grupos marginados.
Estas acciones, aunque esenciales, no son suficientes por sí solas. Requieren del compromiso y la colaboración de todos los sectores de la sociedad. La inclusión y la tolerancia deben ser valores vividos y practicados cada día, en cada interacción.
La muerte de Jesús Ociel Baena es una pérdida inmensurable. Pero su legado puede y debe ser un catalizador para el cambio. Cada paso que damos hacia una sociedad más inclusiva y tolerante será tributo a su memoria y a las de tantos otras personas que han sufrido a causa de la intolerancia y el odio.
En Hidalgo, y en todo México, debemos trabajar juntos para crear un futuro donde todas las personas sean visibles, escuchadas y respetadas. Un futuro donde ser diferente no signifique enfrentar peligros y donde la diversidad sea nuestra mayor fortaleza. Con orgullo en nuestro estado existen grandes talentos de la comunidad LGBTIQ+ en el ámbito social y cultural que esperemos pronto también incursionen en el ámbito político y de manera directa abonen en el camino de la inclusión.
Hoy, en memoria de Jesús y de gente que hemos perdido en la lucha por la igualdad, reafirmemos nuestro compromiso con un mundo más justo, tolerante e inclusivo. Porque todos los seres humanos merecemos vivir en una sociedad que nos valora y respeta por quienes somos.