Milka “Amor Constante” y Corazón de Lumardi son asociaciones hermanas que, durante nueve años, se han dedicado y encargado de atender a niños, jóvenes y adultos con discapacidad intelectual.
Dirigidas por Martín Rojas Gaviño y con Ana María González como representante legal, Milka Lumardi se desarrolla desde un ámbito de amor, comprensión, respeto y sobre todo con atención de calidad para la integración social de sus miembros.
“En el estado hay colegios y asociaciones, pero no trabajan todas las discapacidades ni con todas las edades, muchas de ellas se distinguen por dirigir sus esfuerzos con personas autismo, síndrome de Down o alguna otra, específicamente en las áreas de rehabilitación o la modalidad de terapias, entonces nosotros nos dimos a la tarea de buscar algo más integral, un programa con el que puedan integrarse en contextos sociales, escolares y laborales”, explicó el director.
Detalló que ambos espacios dan continuación a las terapias, rehabilitaciones y otras necesidades de personas con parálisis cerebral, deficiencia intelectual y síndrome Down, esto gracias al trabajo de docentes, psicólogos y terapeutas de lenguaje, brindando terapia psicomotriz, ocupacional, de lenguaje, psicológica, atención médica y actividades recreativas; del mismo modo, se ofrecen talleres y pláticas a padres de familia orientadas a su relación, trato y desarrollo de sus hijos.
“Actualmente, laboramos nueve profesores a cargo de varios grupos; en un inicio se atendía a un solo grupo en el que se tenía a personas de todas las edades y de diferentes discapacidades, con el tiempo se abrieron más grupos acordes a la discapacidad y habilidades de cada integrante”.
Martín Rojas puntualizó que el objetivo de su labor es brindar aprendizaje que propicie una vida integral, a partir de la capacitación y tiempo libre con miras a una vida laboral e independiente.
“Sabemos que el progreso depende no solo del trabajo sino también de la discapacidad y los padres saben que sus hijos podrán incursionar en algunas áreas y otras no, pero el hecho de que tengan calidad de vida y que se puedan atender por sí mismos es una meta. Calidad de vida es sinónimo de que los niños enfermen menos, que puedan realizar actividades cotidianas y familiares con mayor comodidad”.
Los usuarios son personas desde los 9 a los 57 años y su trabajo dentro de las asociaciones no tiene un periodo definido, son los padres y beneficiarios los que determinan el tiempo de asistencia dentro de las dinámicas.
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Adversidades
Rojas Gaviño señaló que algunos de los obstáculos de trabajar con discapacidades intelectuales es esencialmente la falta de visibilidad social y apoyo por parte de instituciones.
“Nosotros nos encargamos de hacer visible un sector de la población que nadie quiere ver o que solo existe en días específicos, pero la discapacidad intelectual está los 365 días del año, esa es la limitante más grande”.
Recordó que recientemente sufrieron el cierre de sus instalaciones, situación por la cual se condicionó su trabajo.
“Los nueve años de trabajo hemos tocado puertas y luchado por tener instalaciones dignas y no se les otorgaba a los usuarios, cuando voltearon a vernos para nosotros fue maravilloso… y confiamos. Una vez dentro del proyecto las visiones y fines no compaginaban, nos llevó a estar sin instalaciones, pero padres de familia hicieron valer los derechos de sus hijos y hoy seguimos trabajando en este espacio y nuestros niños tienen un espacio digno, quizá carentes de muchas cosas por la misma situación, pero seguimos trabajando como nos caracteriza”.
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Próximos proyectos
Las personas podrán conocer más sobre el trabajo de las asociaciones a través de redes sociales en las páginas Milka “Amor Constante” y El Corazón de Lumardi A. C., así como al número de contacto 771 168 0622 con Ana María González. El horario de atención en sus instalaciones, en la colonia Venta Prieta, es de lunes a viernes de 8:00 a 14:00 horas.
“En enero ofreceremos talleres con precios accesibles y abiertos a todo el público, para que podamos seguir brindando cuotas accesibles a los usuarios y sobre todo mantener el espacio”.
El director invitó a conocer el proyecto y sus distintas áreas de trabajo y recreación, además de hacer donaciones, “hay muchas formas de sumarse, obsequiando material en buen estado, otorgando tiempo de convivencia o impartiendo algún curso o taller”.
“Todos son bienvenidos a conocer sobre discapacidad intelectual, para convivir y aportar. Los invito a que se den la oportunidad de conocernos, de perder los tabúes de lo que significa discapacidad intelectual y se sumerjan en este contexto que cambia vidas”.
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