Los últimos años Tula de Allende vive en la zozobra constante porque a la contaminación de las cementeras y caleras se le agregó la que producen la refinería y la termoeléctrica que llevaron consigo la contaminación social de prostitución y delincuencia ahora agravada porque tienen síntomas de organizada, las secuelas de la inundación de hace dos años siguen afectando y si eso no fuera suficiente le llueve sobre mojado al colapsar el drenaje del primer cuadro.
La rehabilitación del drenaje del centro de la ciudad urgente que es, simplemente no inicia y colapsó la noche del martes que rebasó la capacidad de respuesta del gobierno municipal que además vive una crisis institucional tras la detención y vinculación a proceso del depuesto presidente municipal Manuel Hernández Badillo y un suplente que no termina de poner orden y ahora demandado laboralmente por funcionarios de su antecesor a los que cesó por la duda razonable de haber participado en la red de corrupción.
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Un trabajo publicado por Vía Libre, da cuenta de que en la región se han registrado más de cien homicidios dolosos muchos a manera de ejecución y aunque el gobierno niega la existencia de células del crimen organizado, no hay otra explicación, por eso hoy Tula e Ixmiquilpan se ubican como los focos rojos de Hidalgo que requieren atención especial y el diseño de estrategias que devuelvan la percepción de seguridad a la población.
Mientras los tulenses siguen con la amenaza del agua, la que llega en forma de lluvia pero sobre todo la que llega por los emisores central y oriente, porque viven con el temor de una nueva inundación cuyas consecuencias siguen sufriendo la corrupción del alcalde que está en la cárcel, la ineptitud del actual y porque 10 mil pesos que les dio el gobierno federal y no a todos aunque habían ofrecido 35 mil no les alcanzaron para nada.