Preocupante la afirmación del Comisario de la Agencia de Seguridad Estatal, Uriel de Jesús Moreno Castro, que sostiene que la ola de homicidios dolosos en la región Tula son producto por ajustes de cuentas entre grupos delincuenciales locales ya identificados. Su conclusión es que se están matando entre ellos lo que deja a la autoridad en calidad de simple observador.
En lo que va del año suman 45 homicidios dolosos en la región, 19 de ellos en Tula Allende que también observa alarmante incremento en otros delitos lo que genera una crisis de seguridad que tiene alarmados a los ciudadanos que viven en constante zozobra y temor por los asesinatos y la incapacidad de las autoridades para devolver la tranquilidad a esta municipalidad y a la región.
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Lo grave es que el jefe policiaco diga que los grupos de delincuentes están plenamente identificados y, si así es, por qué las corporaciones no actúan y esperan tranquilamente a que se liquiden entre ellos, mientras el temor y la percepción de inseguridad generan miedo entre la población que agrega esta condición a otros problemas sociales como los efectos de las inundaciones de septiembre de 2021.
El secretario de Seguridad Pública Estatal, Mauricio Delmar, a lo largo del sexenio que está por fenecer, no se ha cansado de asegurar que no hay delincuencia organizada en Hidalgo, mientras aumentan los casos de homicidios y se encuentran cuerpos con signos de violencia además de que los análisis nacionales ubican a la entidad como donde se desarrolla actividad huachicolera.
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La región Tula solo es un botón de muestra de lo que sucede en otros puntos de la entidad; Cuautepec de Hinojosa, por ejemplo, y los videos anunciando su presencia de un grupo en Huejutla de Reyes, con lo cual el próximo gobierno tendrá que diseñar una estrategia que contenga los indicadores delincuenciales que están a la alza.