Etiqueta: Enrique Rivas Paniagua
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Bulimia informativa
Minuto a minuto, hora tras hora, máximo día con día, la Información transita a paso veloz de lo novedoso a lo obsoleto. No acaba de nacer y expandirse como verdolaga, cuando ya su propia inercia la conduce a una intrínseca vejez. Deja de ser la comidilla diaria recién tragada y pronto se vuelve un pastoso…
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Bienvenidos, cuadernos matrios
¡Ay, la vieja meta de elaborar libros monográficos sobre la geografía, la historia y la cultura de cada uno de los 84 municipios hidalguenses! ¡Cuántos de nosotros hemos querido correr hacia ella! Y sin embargo, para fatalismo —matizo: para infortunio— nuestro, ¡cuántos machotes nonatos, cuántos borradores quedados en el tintero, cuántas intentonas abortadas, cuántos arranques…
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Sabores pueblerinos por decreto
Basarse en un solo guiso o antojito como parámetro exclusivo para decretar Pueblo con Sabor a un municipio equivale a tomar el rábano por las hojas. Distinguir así a una demarcación, por más propio que sea el solitario platillo que la identifica (eso si de veras cumple el requisito de no compartir su cuna con…
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Derechos (y chuecos) culturales
Tengo derecho a la cultura. Tengo derecho a enriquecerla en la práctica habitual y legársela a mis descendientes. Tengo derecho a disfrutarla, tanto en espacios de tradición popular como en foros institucionales dignos, aptos, suficientes. Tengo derecho a exigir de las autoridades su impulso y defensa, libres de cualquier burocratismo. Tengo derecho a criticarlas cuando…
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Esos oscuros libros académicos
La escena ocurrió, si mal no recuerdo, allá por 2008, en el rincón que me había asignado la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo cuando encabecé su Dirección de Ediciones y Publicaciones. Frente a mi escritorio, con expresión de fastidio, se sentó cierto profesor del Área Académica de Sociología a quien cité después de revisar…
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De manita sudada con la caligrafía
Así me impusieron escribir durante la enseñanza primaria: que además de legible, mi letra fuese hermosa y elegante. Que mi obligación como escolar era tener una escritura derechita, atildada, exenta por completo de manchas, borrones y tachaduras. Que resaltara igualmente lo plástico, de modo que la hoja virgen la convirtiera en una suerte de lienzo…
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Es un buen tipo mi viejo
Voy por el mariachi; regreso a componerte la mortaja. Venancio Neria, La tristeza de Papá Sabino (2011). Haga usted gimnasia mental y recuerde qué canciones populares en castellano, más o menos famosas, están dedicadas al padre de familia. Quizá, si es una persona de la tercera edad como yo, cite Mi viejo, de Piero y…
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Ayer y hoy de las corcholatas
Todavía hasta la vigésima primera edición del Diccionario de la lengua española (1992) la palabra brillaba por su ausencia en el tumbaburros. La siguiente edición (2001) ya le dio cabida, pero con dos salvedades: la primera, que limita su uso a El Salvador, Honduras y México; la segunda, que en vez de definirla la remite…
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Adiós, Academia Nicaragüense, adiós
Por “incumplir con el registro como agente extranjero, no reportar sus informes financieros, no promover la trasparencia en el uso de los fondos” y haber “obstaculizado el control y vigilancia” que el Estado sandinista ha decretado realizarte, hoy desapareces. Para que me entiendas: te cancelo. Estás disuelta. Ya no tienes personalidad jurídica. Eres ilegal. Y…
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Escribir por calistenia
Acaso más que sus poemas mismos, me atrae releer de vez en cuando el libro donde el autor de Los amorosos monologa en voz alta con la filóloga que lo entrevistó el año anterior al de su fallecimiento (Mónica Plasencia, Habla Jaime Sabines, México, Ediciones El Tucán de Virginia, 2007). Ahí me identifico con el…