Sucesión presidencial: Lección histórica

Este texto no pretende ser una apología de ningún tipo para alguna de las y los aspirantes que buscan encabezar en el 2024 al movimiento popular que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República en el año 2018, sino un breve análisis con elementos políticos y prácticos sobre la sucesión presidencial.

Para comenzar, debemos abordar la simulación política en la que terminaron convertidas las “transiciones” en el período neoliberal. Atrás quedaron los famosos “tapados” y/o frases como “El que se mueve no sale en la foto” –habría hoy que preguntarse si aún existe la foto–; hoy la lucha que encabeza Andrés Manuel López Obrador por la democratización de la vida pública de nuestro país ha tocado también a la sucesión presidencial.

“La política es una alianza de realidad e imaginación, de lo que está ahí y de lo que no está en ninguna parte: la Utopía”, citaba Don Enrique González Pedrero en el primer párrafo de ‘La cuerda floja’, fragmento que toma especial relevancia ya que el político, escritor, historiador y ex gobernador de Tabasco es parte de la escuela política liberal que inspira a López Obrador, de la cual también forman parte Tomas Garrido, Salvador Neme y Carlos Madrazo, verdaderos demócratas que gobernaron Tabasco con la convicción de que las y los candidatos no le deben pertenecer al gobernante en turno o a grupos políticos, sino al pueblo, y eso nos lleva ineludiblemente a la democracia de carne y hueso, es decir, la encuesta.

Mal hacen aquellos que asumen, piensan y aseguran que el 2024 se tratará de un “lo que diga el Presidente” o en una designación basada en simpatías personales, poco o nada conocen los postulados políticos ni filosóficos que han motivado la práctica política de López Obrador desde sus primeros pasos en Tabasco y le hicieran titular su tesis de licenciatura como “El proceso de formación del Estado nacional en México”.

El Presidente por supuesto que puede tener cierto favoritismo en torno a una “corcholata”, Marcelo, Claudia, Adán, Ricardo y hasta Gerardo tienen claro que el Presidente va a incidir, pero no en base favoritismos hacia uno u otra, sino en el proceso político, un adelanto de ello es el anuncio de que la encuesta se realizará en el mes de Septiembre, fechas en que todas las “corcholatas” tendrán una exposición política importante, esto último es sumamente interesante en más de un sentido, por más que pueda parecer una obviedad.

Al final, mucho –o todo– de lo que suceda en 2024 dependerá del momento y coyuntura en que se den esos eventos, ya que de ello dependerá la supervivencia del Estado o la continuidad de la transformación con sus riesgos a la vista.

Por Dino Madrid