Singular elección en el PRI

El 17 de marzo de 1996, en el Estadio Revolución Mexicana, se eligió por voto directo y libre al nuevo presidente del Comité Directivo Estatal del PRI. Hubo tres aspirantes en singular proceso que nunca volvió a realizarse. Contendieron el ingeniero Abel Rojo Muñoz, y los licenciados Efraín Arista Ruiz, y Jorge Romero Romero, quien ganó con gran diferencia de votos.

 La jornada la detalló fortalecida en trascendentes hechos, el doctor Alberto Montoya Hernández, en su libro Los dirigentes del PRI en Hidalgo y algo más…

Inicia con una reunión en el salón del Casino Español, en la Bella Airosa, del Consejo Político Estatal. Pidió la palabra Alberto Aranda del Villar, entonces al frente del priismo en la entidad, quien renunció a su cargo, apuntando que deseaba dejar el espacio “…para que hombres nuevos con ideas innovadoras hagan realidad el justo reclamo…de democratizarnos aún más al interior de nuestro partido”.

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A continuación, con la anuencia del secretario técnico, César Vieyra Salgado, habló el entonces gobernador Jesús Murillo Karam. Tras breve introducción, propuso que la sucesión del presidente del PRI estatal se hiciera en un comicio con todos los consejeros políticos estatales y de cada uno de los 84 municipios.

También, que se abriera un registro de candidatos y que juntos recorrieran las principales regiones de la entidad trasmitiendo un mensaje en forma conjunta, tras eso, hacer campaña y después, una elección con voto directo y secreto de cada uno de los Consejos Políticos Municipales y así se escogiera a la dirigencia.

Esto ocurrió el 29 de febrero de 1996. La convocatoria respectiva se fechó el 3 de marzo, publicada un día después en que se conmemoraban 67 años de la fundación del Partido Nacional Revolucionario, y antes de la Revolución Mexicana, y que al paso de los años se constituyó en el PRI.

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Se determinó que el registro de aspirantes fuera los días 5 y 6 de marzo; en este se apuntaron Jorge Romero Romero, minutos antes todavía directore de Gobernación, siguiendo Efraín Arista Ruiz, recién electo diputado local, y posteriormente el diputado local y líder de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales en Hidalgo, ingeniero Abel Rojo Muñoz.

Se procedió a los recorridos, que muy bien detalló el doctor Montoya Hernández. Algunos militantes un tanto extrañados discernían si esta nueva forma sería para designar a alguien ya previamente escogido. No hubo elementos confirmados que eso se pretendiera.

Muy explícito el texto, se analizaron regiones hidalguenses en donde los tres aspirantes daban conocer sus mensajes en la búsqueda natural de adeptos. El 15 de ese marzo, muy interesante políticamente hablando concluyó el intensa y no menos agitadora gira en tres distritos. Las próximas 24 horas, por ser sábado, fueron de descanso, previo a la gran decisión el domingo, en el Revolución Mexicana, en donde muchas veces los aficionados al futbol respaldaban a los Tuzos del Pachuca.

A las 8 de la mañana se instalaron 18 mesas de acreditaciones. Asistieron exgbernadores, Adolfo Lugo Verduzco, Guillermo Rossell, Jorge Rojo Lugo, Donaciano Serna y Oswaldo Cravioto. A las 14 arribó Murillo Karam. El presidente de los notarios del estado, Miguel Domínguez Guevara, dio a conocer resultados: Abel Rojo, 579 sufragios; Efraín Arista, 240, y Jorge Romero 2,049.

Lo demás quedó como historia de una innovación que no volvió a repetirse.