Sheinbaum no duda del tren México-Pachuca

Durante su segunda visita a Hidalgo en etapa de campaña, Claudia Sheinbaum ratificó su compromiso con la construcción del Tren Interurbano que busca conectar a la Ciudad de México con Pachuca, una obra que ha sido el anhelo de miles desde hace décadas.

Para nadie es sorpresa que la cercanía entre Pachuca y la Ciudad de México ha provocado que ambas ciudades tengan una relación con una lógica metropolitana. Esto quiere decir que existe una movilidad intensa entre ambas entidades, pues entre sus habitantes se comparten relaciones laborales y comerciales, pero también el espacio con fines habitacionales y de recreación.

Quien haya tenido que trabajar y viajar todos los días entre ambas ciudades sabe que el tránsito carretero es intenso, por lo que los congestionamientos en las vías de acceso tanto para la Ciudad de México como para Pachuca se convierten en pesadillas cotidianas para los viajeros.

Por eso no es cualquier cosa que la que se perfila para ganar las elecciones presidenciales este próximo 2 de junio haya ratificado su compromiso de construir ese anhelado medio de comunicación, entre cuyas virtudes se encuentran su confiabilidad y la seguridad que implica viajar en tren, con estaciones vigiladas y con una mayor certeza respecto al tiempo de traslado.

No es exagerado decir que una obra de esa magnitud cambiará la calidad de vida de miles de personas en poco tiempo, pues les permitirá tener una o dos horas más para hacer alguna actividad que hayan tenido que postergar durante años por el tiempo que invierten en sus traslados cotidianos.

Por otra parte, la construcción de un tren entre ambas ciudades abre otro reto: el de lograr que el crecimiento urbano en la región sea ordenado. Hoy mismo la inercia de la expansión de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) ha multiplicado el número de fraccionamientos en torno a la autopista México-Pachuca, fenómeno que sin duda se multiplicará por los beneficios que tendrá el proyecto ferroviario para la plusvalía de la región.

Por eso se tendrá que llevar a cabo una planeación inteligente, con perspectiva social y ambiental respecto al suelo disponible. Se deberá tener en cuenta el fenómeno de la gentrificación, que ha encarecido las viviendas que se construyen en municipios como Mineral de la Reforma, San Agustín Tlaxiaca, Zempoala, Zapotlán y Tizayuca.

También deberán establecerse reservas para servicios ambientales, ya sea para la recarga del acuífero Cuautitlán-Pachuca, que hoy ya se encuentra sobreexplotado, o para mantener áreas para la conservación de áreas verdes e incluso para la agricultura. 

La propia Claudia Sheinbaum hizo referencia a cómo enfrentaría los retos que vendrían por la construcción de un tren entre ambas ciudades. Adelantó que para combatir la escasez de agua impulsará un ‘Plan Nacional Hídrico con el que, además de lograr un uso eficiente del líquido para la agricultura, buscaría nuevas fuentes de abastecimiento e impulsaría la reforestación para la recuperación de acuíferos. El anuncio formal del tren como parte de sus promesas de campaña habla de la confianza de que el proyecto es viable, pues además ayudaría a consolidar el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, una de las obras insignia del actual gobierno federal.