Sheila Fox, quien desapareció en 1972 en Coventry, Inglaterra, cuando tenía 16 años, fue localizada viva el 1 de enero de 2025. El hallazgo pone fin a una de las investigaciones de personas desaparecidas más largas en la historia de la Policía de West Midlands.
La desaparición de Sheila Fox
En 1972, Sheila vivía con sus padres en Coventry. Aunque la Policía manejó la hipótesis de que podría haberse mudado de la zona o haber tenido una relación con un hombre, no existía certeza sobre su paradero. Durante décadas, el caso permaneció sin resolver.
El papel clave de una fotografía
El avance ocurrió gracias al equipo de “Casos Sin Resolver” de la Policía, que encontró una foto borrosa de Sheila de la época de su desaparición. Publicaron la imagen en redes sociales y su sitio web, solicitando información del público.
La respuesta fue inmediata: ciudadanos aportaron datos que llevaron a los investigadores hasta Sheila, quien fue localizada en otra región del país.
La sargento detective Jenna Shaw, integrante del equipo, subrayó la importancia de cada historia de desaparición:
“Cada persona desaparecida tiene una historia, y sus familiares y amigos merecen saber qué les pasó y, con suerte, reunirse con ellos”.
También reconoció el trabajo del oficial Shaun Reeve, quien, con la colaboración del público, logró dar cierre al caso.
Tecnología y forense, aliados en los casos sin resolver
El equipo de “Casos Sin Resolver” destacó que los avances en ciencia forense y tecnología han sido fundamentales para reabrir y resolver casos que antes parecían imposibles de aclarar. Este caso, además de traer respuestas, marca un ejemplo del impacto de la colaboración ciudadana y el uso de herramientas modernas en la resolución de desapariciones prolongadas.
El hallazgo de Sheila Fox no solo cierra un capítulo de incertidumbre para su familia, sino que también da esperanza a otras investigaciones similares aún abiertas.
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