Senado reconoce trayectoria de Julio César Chávez en el boxeo

A propuesta del coordinador de Morena, Ricardo Monreal, el Senado reconoció la trayectoria deportiva del boxeador Julio César Chávez y a su labor en contra de las adicciones.

El homenajeado fue incluso invitado a hablar desde el pleno de esa cámara, donde legisladores de todas las fuerzas políticas subieron a abrazarlo y tomarse fotografías con él.

Las diferencias políticas pasaron a segundo término, el presidente del Senado, Alejandro Armenta invitó a pasar por turnos a los integrantes de todas las bancadas para que se tomaran la foro con la leyenda boxística y una buena parte de los legisladores no desaprovechó la oportunidad.

No todos lo hicieron, fueron pocos los morenistas que se acercaron a Chávez, excepto Armando Guadiana, quien aspira a la candidatura al gobierno de Coahuila y quién hasta se quitó el sombrero que no deja nunca, para que ahí el campeón le escribiera su autógrafo. También Félix Salgado posó con el invitado.

Al final de la ceremonia en el salón de sesiones, en entrevista el coordinador Monreal reconoció que él invitó a Chavez al Senado, al que entregó un reconocimiento en la Junta de Coordinación Política y luego lo llevó al pleno.

Antes, el presidente del Senado, Alejandro Armenta, anunció que recibirían a un invitado especial, a “uno de los mejores pugilistas del mundo en los años 80 y 90”, quién obtuvo titulos mundiales en tres diferentes divisiones de peso y “hasta el año 2000 tuvo un récord de 103 victorias, 83 por nocaut. Sus 27 peleas por el título invicto lo hacen único y 36 peleas por el campeonato total, establecieron récord en la historia del boxeo. En el 2011 fue incluido en el Salón de la Fama del Boxeo Internacional, resumió.

Julio César Chavez fue recibido como si fuera un mandatario extranjero, que se sentó en la el presidium, a un lado de Armenta y desde el pleno senatorial agradeció el reconocimiento, dijo que su carrera no fue nada fácil, porque detrás de cada pelea hay una gran preparación y concentración, pero logró el sueño de ser campeón.

Aludió a sus adicciones y a que ahora se dedica a salvar vidas, “a salvar a los jóvenes para que se alejen de las drogas y el alcohol”.

La Jornada